La Unión Tranviarios Automotor (UTA) cumplió este jueves su segundo día de paro casi nacional –sólo Buenos Aires no adhirió– que afectó a todas las líneas que transitan en el interior del país en reclamo de aumentos de salarios. Y este viernes ya la circulación de los colectivos volvía a la normalidad. Sin embargo, no se descarta un nueva medida de fuerza a futuro porque la cuestión de fondo aún no se solucionó.
La huelga en todo el interior es resultado de la falta de acuerdo entre el gremio y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor (Fatap) que, sin mayores subsidios nacionales, asegura que no puede equiparar los sueldos de los colectivos a los de la Ciudad Autónoma y el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Así las cosas, el paro implicó el cese de circulación de los ómnibus urbanos e interurbanos municipales y provinciales.
No obstante, se mantuvieron las prestaciones de larga distancia.
Al confirma la medida, el secretario general de la UTA Rosario, Sergio Copello, denunció otra vez inequidades en la distribución de recursos en comparación con Caba y Amba.
Y tras 48 horas de paro, y sin indicios de un cambio desde el gobierno nacional respecto de los dineros a repartir entre las provincias, todo indica que podría reeditarse otra medida de fuerza en el futuro próximo.