Al igual que expresaron otros sectores docentes, los que se desempeñan en la Universidad Tecnológica padecen algunos inconvenientes a la hora de dictar clases virtuales. La Comisión Directiva de FAGDUT (Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica) Seccional Rosario realizó una encuesta a nivel nacional que determinó que el 30% tiene problemas de conectividad y acceso a la tecnología. Eduardo Marostica, presidente de Fagdut, consideró: “Al momento de dar clases virtuales, nos vemos bastante solos y nos rebuscamos por nuestra propia cuenta para poder llevar adelante las enseñanzas”.
Los datos relevados mediante encuesta a nivel local y nacional por FAGDUT, confirman que el 30% de los docentes tienen problemas de conectividad y acceso a la tecnología dado que el uso de internet se comparte con familiares que tienen asignado teletrabajo, sumado a esto las condiciones habitacionales del hogar.
Otros de los resultados obtenidos sobre las dificultades en la adaptación de contenidos presenciales a modo virtual determinaron que el 63% necesita ayuda técnica, un 43% necesita ayuda didáctica, un 63 % comparte el espacio de trabajo con otras personas. A esto se le agrega como plus que sólo el 10% ha recibido capacitaciones sobre administración de videconferencias, “lo cual impacta de lleno y pone en evidencia una falencia importante en un contexto donde la demanda de enseñanza virtual implica que casi un 90% de los docentes se encuentran utilizando el aula virtual debido a la cuarentena”, remarcaron.
En la ciudad de Rosario se da cuenta, de acuerdo a la encuesta, que al 85% de los docentes le genera más tiempo el cambio de modalidad no presencial y el dato nacional marca que un 51,2 % registra una creciente demanda para cumplir con las exigencias académicas.
En este sentido, Marostica advirtió: “La Secretaría Académica se dedica a relevar si estamos cumpliendo los horarios y enumera una serie de exigencias sin tener en cuenta que estamos haciendo un trabajo por fuera del Convenio Colectivo de Trabajo”, dijo y agregó: “Es por estas razones que necesitamos que la secretaría académica, especifique un marco normativo de emergencia que respalde el trabajo que como profesionales de la educación, realizamos, ya que en esta crisis se juega la identidad de la universidad pública”.
“El calendario académico y otras instancias como las evaluaciones parciales y finales también se observa con gran preocupación ya que aún no existen definiciones y reglas claras teniendo en cuenta que se aproxima la instancia evaluativa. Es por todo lo detallado que se exige que en lo inmediato se establezcan los programas de acompañamiento necesarios para garantizar justos derechos como trabajadores docentes y la excelencia académica”, concluyeron.