La escuela que está a la vuelta de la parroquia Santa Rita que ayer fue atacada a balazos decidió no dar clases este viernes. La iglesia tampoco estaba abierta. Una vez más, alumnos y alumnas se quedan sin clases debido a una situación de violencia, ya sea directa o cercana, o bien en el marco de amenazas o amedrentamientos.
De acuerdo a lo que informaron en Radiópolis (Radio 2), este viernes la escuela Nº1027 "Luisa Mora de Olguin", ubicada en Humberto Primo 2401, la institución del barrio Ludueña costruida por el padre Fernando Montaldo, no daba clases a sus alumnos en ninguno de los turnos. La medida fue dispuesta en relación a la balacera ocurrida ayer, en la iglesia que está ubicada a la vuelta.
Cabe recordar que el año pasado, la escuela reforzó sus muros para protegerse de las balaceras que tienen lugar en las inmediaciones. Por entonces, el Ministerio de Educación confirmó el aporte de dinero para levantar el cerco perimetral como resguardo de las balaceras. “Estos hechos nos obligan a generar una separación tajante de la escuela con la sociedad”, explicaron en esa oportunidad.
En tanto, la parroquia atacada tampoco abrió hoy sus puertas a la comunidad. La iglesia queda cerrada todo el día, con suspensión de actividades, a excepción del comedor. El lugar funciona como centro de día, se dan talleres, y asistencia a personas en situación de calle y con problemas de consumo.
El miércoles pasado abrieron tres escuelas céntricas que habían cerrado a lo largo de una semana debido a amenazas recibidas. Sin embargo, ese mismo día la escuela San Luis Gonzaga, de Teniente Agneta Bis 619, decidió suspender la actividad tras el ataque a tiros contra la seccional de al lado.
Este jueves, se había normalizado la actividad escolar en la ciudad. El ministro de Educación de Santa Fe, Víctor Debloc, aseguró ayer que estabaregularizado el dictado de clases en los colegios públicos de la ciudad. “A pesar del desamparo y la dificultad que genera la violencia en Rosario, tenemos un Estado presente”, sostuvo en Radio 2.
Sin embargo, hoy la escena volvió a modificarse con la suspensión de las actividades en la escuela a la vuelta de la parroquia baleada. Una vez más, chicos y chicas sin clases por la violencia que azota la ciudad.