El Ministerio Público de la Acusación (MPA) ordenó la detención del financista Mauro Esqueff, y la semana que viene será llevado a audiencia imputativa por la presunta estafa a más de 300 clientes bajo un esquema Ponzi. 

Esqueff, como representante del grupo Gema y proveniente de una reconocida inmobiliaria familiar, ofrecía planes de inversión que llegaban a prometer rendimientos anuales de hasta 122% en dólares hasta que en agosto pasado empezó a incumplir con los pedidos de retiro de los ahorristas y en septiembre empezó a ser denunciado por sus clientes.

"En nuestra calidad de abogados representes de víctimas, y pretensos querellantes, vemos con buenos ojos el arduo trabajo que está haciendo el MPA", señala el abogado Marcos Peiretti.

"Recordemos que al momento de radicar denuncias la causa fue enviada a la Unidad de Investigación y Juicio, más nosotros no teníamos duda alguna de que este asunto debía ser llevado adelante por la Unidad Delitos Económicos y Complejos, tanto por su naturaleza como por su dimensión; así lo solicitamos y fuimos escuchados, quedando la investigación en manos de la fiscal Teresa Granato", agregó el letrado.

"Estamos frente a una estafa de gran escala, que ha causado un daño inmensurable tanto desde lo cuantitativo como desde lo cualitativo. Las víctimas de Esqueff son en su mayoría familias que han sido desapoderadas de los ahorros de toda su vida. La justicia debe estar a la altura y dar acabada demostración de respaldo a la ciudadanía frente a estos maleantes", sostuvo Peiretti.

"El objetivo perseguido en este caso es poder encontrar el dinero que Esqueff quitó a las víctimas, para que a ellas retorne. Sabemos que el MPA así lo considera también. Y en ese sentido estamos convencidos de que la vía más idónea es la vía penal. Pues la vía civil aparece con facultades insuficientes para poder determinar ello. Es usual que estos sujetos opten por iniciar su propia quiebra, como mecanismo de disuasión de sus responsabilidades y de sus deudas", completó el abogado.

El profesional informó que presentó una nueva denuncia aportando prueba que no solo demuestra que Esqueff trabajaba junto a otras personas que oficiaban de captadoras de futuras víctimas, sino que también continuó desplegando este esquema, incluso luego de anunciar a sus víctimas más antiguas la imposibilidad de pagarles. "Es decir, que ya caído en desgracia siguió captando ahorristas que bajo sendas promesas ardilosas entregaban sumas de dinero en efectivo. Con lo que queda patentizado que su objetivo siempre fue hacerse del dinero ajeno", enfatizó.