Desde la Cámara Inmobiliaria de Rosario analizaron la actualidad del mercado y cómo repercute la devaluación del lunes pasado, especialmente en la compra-venta de inmuebles. Al respecto, José Ellena, uno de los referentes de la entidad, advirtió que la incertidumbre en torno al valor del dólar es el “peor escenario” y describió que la disminución de la demanda se profundizó.

En relación a los valores de casas y departamentos, Ellena explicó que la suba del dólar de esta semana “todavía no impactó en los precios porque no hubo ofertas ni operaciones concretas, pero ya venían en retroceso y se espera otro más”.

“Se puede reflejar una baja del 7 o 10 por ciento (en los precios), aunque eso no garantiza que el mercado se mueva y haya ventas”, adivirtió.

Antes de las elecciones del último domingo que tuvieron a Javier Milei, de La Libertad Avanza, como el candidato a presidente más votado, el contexto ya era de mucha oferta y poca demanda. Tras los comicios y el salto del dólar, se profundizó. “Hay una expectativa mucho más negativa, no hay interés”, describió Ellena.

A su vez, explicó que los propietarios estaban “con la expectativa propia de un acto eleccionario” que puede traer cambios: “Con este resultado creo que es un escenario sumamente dificultoso, con incógnitas para lo que viene”.

“En nuestro mercado, cuando hay incertidumbre es el peor escenario, porque es difícil para el que compra y el que vende”, sintetizó sobre cómo puede influir en la ciudad.

Para quienes integran la Cámara Inmobiliaria local, la incertidumbre entre los dueños podría sostenerse hasta que se defina el panorama político, con las elecciones generales de octubre como próximo paso.

“Depende del candidato que gane se puede llegar a notar alguna idea sobre a dónde va a ir la economía. El propietario todavía está a la expectativa de la venta, pero faltan compradores”, puntualizó.

Además, el referente de la Cámara Inmobiliaria manifestó que el mercado está incluso más retraído para aquellas personas que compran una propiedad para vivir, ya que “se perdió la capacidad de ahorro y no hay créditos”.

Lo que “se mueve un poco más es el departamento en pozo, que mucha gente lo hace a modo de capitalización, y las casas en barrios cerrados”, sostuvo.