La jueza penal Melania Carrara dispuso este martes al mediodía noventa días de prisión preventiva para el broker inmobiliario Andrés Lux imputado por 8 estafas en el marco del default de su mesa de dinero paralela que ocurrió a fines de 2023 dejando un tendal entre amigos y familiares.

Si bien la fiscal María Teresa Granato había pedido que se extienda la prisión preventiva por dos años y la defensa de Lux había ofrecido una fianza de 500 mil dólares para que salga en libertad ahora mismo, la magistrada entendió que 90 días es un plazo más que suficiente para que avance en el proceso penal.

A Lux le quedaron embargados dos vehículos, una casa en un barrio cerrado de Ibarlucea y un departamento en el centro. Junto con Lux, fueron imputados como partícipes de algunas maniobras el padre de Lux y un empresario de la construcción. Ellos quedaron en libertad, pero deberán depositar una fianza de 100 mil dólares (el padre) y 150 mil dólares (el constructor), quedando para ambos prohibida la salida del país.

La jueza le recriminó a la Fiscalía que no los haya imputado a los tres por asociación ilícita. De hecho, tras la audiencia imputativa, realizada en el Centro de Justicia Penal, el Ministerio Público de la Acusación informó que la investigación está en la búsqueda de más implicados en las maniobras. 

La audiencia empezó el viernes y tuvo que pasar a cuarto intermedio para este martes  porque la fiscal María Teresa Granato presentó una minuciosa y detallada información sobre 8 casos que se denunciaron contra Lux. Hoy, fue el turno de las querellas y la defensa.

Lux está detenido desde hace quince días luego de que la Justicia realizara ocho allanamientos en busca de documentación para la causa. El pretendido broker atraía inversores de su entorno (familiares, amigos y conocidos) con supuestos negocios inmobiliarios que, aseguraba, generaban un fuerte retorno. Las tasas de interés que prometía y pagaba en un principio eran muy superiores a la media de un negocio financiero y mucho mayor que a la renta de un negocio de compra-venta de inmuebles. El negocio funcionó un tiempo hasta que dejó de abonar los intereses y tampoco devolvió los fondos depositados.

Lujos y lujos

Durante la audiencia, la fiscal detalló cómo era el proceder de Lux. “Para cometer la mayoría de las maniobras estafatorias, buscaba tener una relación cercana con las víctimas, generando un vínculo de confianza con los mismos, ya sea invitándolos a comer a su domicilio o yendo a comer asado a sus casas, o invitándoles a festejos personales como por ejemplo a su casamiento que se realizó en el Salón Metropolitano. En oportunidades iba de viaje con  algunos de ellos al extranjero, en donde les comentaba de sus “ofertas redituables” y los invitaba a invertir en compraventa de inmuebles, de edificios de pozo en su mayoría, realizando a dichos fines instrumentos privados de cesión de derechos de fideicomiso, como así también ofrecía distintos tipos de inversiones a cambio de una rentabilidad de hasta el 4 por ciento en dólares mensuales. Otra forma de captar y hacer confiar a sus víctimas fue demostrando un alto nivel  de vida, con soltura económica, circulando con automóviles y motovehículos de alta gama, atento a mostrarse como un hombre de negocios, con cierta facilidad para obtener ganancias de las operaciones inmobiliarias”.  

Es más, la fiscal cuenta lo que le declaró uno de los afectados (de apellido Salas): "Siempre fue una persona que le gustaba mostrar la fortuna que había ganado con su negocio y los bienes que poseía. Sé que tenía alrededor de 6/7 autos mini cooper, motos y colección de relojes importados, me sorprendió un poco su exponencial crecimiento económico que se lo adjudicaba a grandes inversiones y desarrollos”.