La ordenanza de nocturnidad va camino a aprobarse este jueves en el Concejo. El objetivo del oficialismo ahora es cerrar en estos últimos días los detalles que permitan destrabar parte del debate con bloques opositores y conseguir así que la normativa se apruebe por unanimidad.
Entre los cambios que se le aplicarán al proyecto, que el Ejecutivo bajó al Concejo a modo de borrador, se destacan dos. Por un lado, la extensión del horario de cierre de la actividad nocturna y por el otro la subdivisión de la licencia de “Difusión musical” para separar entre los bares que tienen música ambiente y los que llevan bandas o un DJ a tocar.
En la propuesta del oficialismo, el horario de cierre durante el fin de semana para los espacios de menos de 300 metros cuadrados (m2) es a las 3 de la mañana y los de más superficie, hasta las 5. Este límite de funcionamiento no era bien visto por los empresarios de la noche, tampoco por quienes asisten a esos lugares ni por los vecinos preocupados por jóvenes ruidosos en en plena madrugada buscando dónde seguir la noche.
Ante esto se empezó a trabajar en la posibilidad de extender los horarios y la propuesta que más consenso generó es que los espacios chicos puedan abrir hasta las 4.30 y los grandes hasta las 6.
Además, se incorporaría una cláusula, que podría ser transitoria, para que los espacios de menor superficie que, por la ordenanza vigente tienen permiso para abrir hasta más de las 4.30 de la mañana, puedan sostener su horario actual, siempre y cuando se adhieran de forma voluntaria a los requisitos de la nueva normativa.
“Es una cláusula de preservación de los derechos de quienes hoy, a pesar de tener menos de 300 m2 están abiertos hasta más de las 4.30 de la mañana”, detalló a Rosario3 uno de los concejales oficialistas que impulsa la nueva normativa.
Pese a que se trata de un beneficio “transitorio”, el mismo se extenderá mientras la habilitación del espacio se mantenga a nombre de la misma persona o sociedad.
Por fuera de la extensión horaria, bloques opositores también le exigieron al municipio un mayor compromiso para garantizar la presencia de agentes al momento de cierre de las zonas donde hoy en día se aglomera la mayor cantidad de lugares de esparcimiento nocturno.
“En lo que mandó el intendente parecía que todo lo que pasaba en la cuadra pasaba a ser competencia pura y exclusiva del privado, cuando se trata del espacio público”, señalaron desde la oposición a este medio.
Subdivisión de la licencia de “Difusión musical”
En pos de simplificar los rubros, el oficialismo proponía que todos aquellos que quieran reproducir música, tanto en vivo como a través de una computadora, tengan que atravesar el mismo proceso. Por un lado, invertir en obras de insonorización que reduzcan al máximo las filtraciones sonoras y por el otro, conseguir la aprobación de los vecinos.
Este consentimiento expreso de los linderos y la apertura del registro de oposición para los demás habitantes de la cuadra se justifica en los lugares que llevan bandas o DJs, pero parece un sinsentido para los bares que solo tienen música ambiente para evitar el bullicio de fondo y a un volumen aceptable.
Por eso, la nueva propuesta es subdividir esta licencia entre “Difusión musical” y “Música ambiente”.
¿Qué pasa con los bares culturales?
Otra de las grandes críticas que recibió el proyecto oficialista de nocturnidad fue la invisibilización de los espacios culturales. A partir de distintos planteos de los bloques opositores, y también de algunos sectores que forman parte de la alianza que gobierna la ciudad, todo indica que se va a avanzar en un régimen diferenciado para estos lugares.
En principio, el acuerdo para aprobar nocturnidad viene atado a que en esa misma sesión se discuta y apruebe también un proyecto de “Clubes sociales y culturales”. El mismo consiste en la creación de un régimen de “preservación y fomento municipal” de estos espacios y una oficina única de habilitación y fomento de clubes sociales y culturales.
Para evitar malos entendidos, se aclara que serán considerados como “clubes sociales y culturales”, los “espacios multifuncionales donde se realicen manifestaciones artísticas, sociales y/o educativas y cuyo objetivo principal sea la programación, producción, difusión, fomento y desarrollo de dichas actividades con participación real y directa de artistas, educadores y público en general.
Las actividades que comprenden estos espacios pueden ser: números artísticos a cargo de escritores, escultores, pintores, actores, titiriteros, animadores, performers, realizadores audiovisuales, humoristas, músicos solistas y conjuntos de música o de danza, bailarines, varietés, muestras, ferias, presentaciones de libros, proyecciones audiovisuales, tertulias, actividades circenses, lecturas, ensayos, seminarios, talleres, clases y/o cualquier actividad de carácter educativo y formativo relacionado con la cultura y el arte.
Es decir, que quienes cumplan con estas características, podrán solicitar la habilitación bajo la figura de “clubes sociales y culturales” y deberán cumplir con otros requisitos distintos a los que establece la nueva ordenanza de nocturnidad.