Kiara Acosta es la chica trans que en estos días se convirtió en la voz de denuncia de una situación de discriminación que se repite casi todos los fines de semana en casi todos los boliches (y que no afecta sólo al colectivo trans). El fin de semana pasado quiso entrar a una disco pero no la dejaron pasar por “parecía un hombre” y además, “no estaba tan buena”. Acosta lo denunció, recibió un impresionante respaldo y con él un aluvión de historias similares. Ahora el boliche está clausurado. En Rosario, desde 2013 la Guardia Urbana Municipal (GUM) puede cerrar discos boliches que discrimen.
"No pasás porque parecés un hombre y no estás tan buena como tu amiga". Eso escuchó Kiara, de 21 años, cuando el sábado pasado intentó entrar al boliche Rose in Rio, ubicado en el complejo Costa Salguero, con una amiga. La otra joven ingresó pero a ella la dejaron afuera.
La influencer denunció el caso y recibió múltiples respaldos, entre ellos, el de Marcelo Tinelli y el de los 200 mil seguidores de su cuenta de Instagram. También en Twitter se sumaron al repudio al boliche, tras la actitud discriminatoria que habría tenido el RRPP Federico Dickmann.
Kiara Acosta estuvo conmigo en el programa en 2017. La recibí en su oportunidad por su cambio de genero.
— marcelo tinelli (@cuervotinelli) November 27, 2019
El fin de semana fue discriminada salvajemente en un boliche y realizó la denuncia. Todo mi apoyo y solidaridad con Kiara en este momento. #NoLoDejemosPasar pic.twitter.com/NMijpcq23t
Acosta también lo denunció ante la Justicia e hizo una campaña en la redes sociales para alertar sobre la situación en el lugar. Finalmente el boliche de la Costanera porteña fue clausurado este jueves por la Justicia porteña.
En su campaña en las redes sociales, apuntó contra el boliche y específicamente contra Dickmann. “Apenas publiqué, cientos de personas me escribieron denunciando situaciones similares, de personas que fueron discriminadas por mil motivos. Lo hice para que la gente no pase por lo mismo nuevamente", contó la joven a Infobae.
Kiara Acosta tenía 16 años cuando encontró el nombre que la define. Y fue su mamá, Verónica, quien la acompañó al registro civil para hacer el cambio. El apoyo de sus padres en todo su proceso de transformación fue clave y hoy su mamá es su gran confidente aunque al principio no fue fácil para Verónica.
“Estaba como bloqueada. Me preguntaba qué había pasado con mi hijo, pensaba que de algún modo había muerto una persona y nacido otra, pero después entendí que era siempre la misma persona”, contó, también a Infobae.