Giovani Mvogo salió de su casa en barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste de Rosario, el miércoles a la noche y nunca regresó. Fue hallado sin vida a las 5.05 de la madrugada del jueves pasado. Para la Policía, fue un suicidio. Pero la familia, que lo buscó durante un día hasta que fueron notificados de la muerte, sospecha de esa versión por distintos indicios que abren interrogantes sobre lo ocurrido. 

El chico de 17 años, afrorosarino, hijo de un migrante llegado desde Camerún en 2004 y de una madre argentina que vive en Santiago del Estero, tenía un fuerte golpe en la cabeza y su cuerpo quedó sobre un charco de sangre. 

Según el acta de defunción, sufrió un "politraumatismo grave por una caída" pero el mismo documento oficial "ignora" los detalles de lo ocurrido. La Policía lo notificó como un "suicidio" y por eso no fue publicado en los medios de comunicación ese día, ni el siguiente.

Según el parte del jueves, una persona de 34 años llamó al 911 porque al asomarse desde las escalinatas del Parque España, en la zona de avenida Del Huerto y Salta, observó “un cuerpo humano tendido en el suelo". Un médico del Sies constató el deceso a las 5.15 y la víctima, que tenía DNI, fue identificada como Elber Giovani Mvogo Eteme.

La familia de Giovani descree de esa primera versión oficial y sospecha que algo más pasó esa madrugada. Primero por el estado del cadáver. Si bien aún no tuvieron acceso a los resultados de la autopsia, Desire Mvogo, el padre, lo reconoció en la morgue y sólo tenía visible un golpe en la cabeza. 

"Si se hubiese tirado de 30 metros tendría otras lesiones en el resto del cuerpo. Yo solo vi sangre en la oreja y moretones alrededor del cuello", afirmó el hombre de 39 años, en diálogo con Rosario3.

La familia pidió darle difusión a lo ocurrido con un doble objetivo: encontrar posibles testigos o más datos de esa noche y evitar el silencio que rodea al caso (porque no descartan responsabilidad de terceros).

"El dolor que tenemos es inmenso. Por lo menos queremos saber qué pasó. Solo nos dijeron que fue por una caída al vacío pero no nos pudieron precisar exactamente cómo ni dónde cayó. Además, el cuerpo estaba mojado y en estado de descomposición", siguió Desire.

En medio de la búsqueda del jueves, porque Giovani no regresaba a su casa, una vecina les contó que lo habían visto la noche del miércoles en la parada de colectivo de Copacabana y Punta del Indio. Les dijo que un patrullero se había acercado a "revisarlo".

Por ese dato, la familia además de pedir la búsqueda de paradero en la seccional 21ª comenzó a buscar al chico en otras comisarías y en la Jefatura de Ovidio Lagos (por si había sido demorado, algo que se volvió habitual este año). Llegaron hasta la seccional segunda, donde les informaron, recién la noche del jueves, que Giovani había sido hallado sin vida a las 5 de ese día.

Según la reconstrucción preliminar de las últimas horas, el chico de 17 años, alumno de la escuela secundaria 545 del barrio y jugador de vóley en Central Córdoba se fue la tarde del miércoles a visitar a la novia, en el centro. Se habrían peleado y a la noche regresó. A las 23.30 le pidió a su madre, que vive en Santiago del Estero, que le enviara dinero por billetera virtual para pagar una gaseosa. Estaba, a esa hora, con su celular en un kiosco de Ovidio Lagos y Uriburu. 

No sé supo más nada de él hasta el hallazgo del cadáver en el Parque España, con el DNI, pero sin el celular ni la tarjeta Sube.

Después del dolor de la despedida de un adolescente que, según la familia no era depresivo, sus allegados y la comunidad africana en la ciudad empezaron a movilizarse para conseguir más datos de lo ocurrido esa madrugada.

Este sábado, llegó a la familia el audio de un joven que habla de la existencia de una pelea esa noche en la zona del Monumento y ubica a Giovani en el lugar (lo reconoce porque jugaba al voley en Central Córdoba). La familia busca al autor de ese audio enviado por WhatsApp para verificar la veracidad de lo que plantea de una manera informal.

Pedido de testigos 

Como se trata de una familia de escasos recursos económicos, la Asociación de Tanzania organizó una colecta solidaria para poder pagar los gastos del velorio el viernes en Rosario y también el traslado hasta Santiago del Estero, donde vive Vanesa, la madre.

"Nos enteramos de lo que pasó y nos pusimos a ayudar. Pero falta información. Acá murió un chico de 17 años y parece que a nadie le importa, queremos ayudar a la familia y saber qué pasó. Lo que pedimos es una investigación seria, no que cierren el caso como suicidio y listo", afirmó Florencia Reybet, referente de la asociación. Es esposa de Bernardo Joseph, llegado a Rosario desde Tanzania hace más de 20 años escondido en un barco y desde entonces referente de la comunidad africana en la ciudad. 

"Si mi hijo, de 65 kilos, se hubiese tirado de 30 metros, el cuerpo debería tener más lesiones. Eso no fue lo que pasó. Acá hubo un homicidio. Debe haber diez cámaras en la zona pero la fiscal (Mariana Prunotto) dice que pueden demorar varias días en revisarlas. Lo último que sabemos es que lo detuvo un patrullero en la parada de colectivos", señaló el padre sobre sus sospechas desde Santiago del Estero. 

Hasta esa provincia viajó con los restos de su hijo, que fueron enterrados este sábado a la mañana. 

Además del dolor de la pérdida, quedan dudas sobre lo ocurrido. Por eso, la familia pide a testigos o quienes puedan aportar información que se comuniquen con ellos. Contacto: 3413094234.