Un humilde balet de Ibarlucea pasó de una extrema angustia a la ilusión renovada luego de que una fugaz movida solidaria impulsada en Telenoche (El Tres) le devolviera la posibilidad de viajar para bailar en Cosquín, chance que parecía truncada por una estafa que sufrieron.
La nota en vivo de este miércoles se presentó como el sueño roto de un grupo de chicos, chicas y algunos adultos a cargo de la agrupación folklórica, con una invitación en mano para participar del tradicional festival cordobés pero con la impotencia de haber sufrido un engaño al comprar zapatos de baile por internet. Depositaron dinero y el envío nunca llegó.
“Fuimos estafados por una señora que contactamos por Facebook. Se presentaba como una fábrica de calzados de Lanús. Nos pidió hacer un depósito y depositamos 15 mil pesos pero cuando llegó la hora de retirarlo, no había nada”, contó Juan, uno de los encargados del Balet Con el Alma.
Dijo que esta supuesta fabricante se borró completamente: cambió el celular y cerró el perfil de Facebook, impidiendo todo tipo de contacto. “Fue una estafa muy grande para nosotros porque somos muy humildes. Habíamos hecho un sacrificio grande para juntar el dinero, buscamos el mejor precio, pero lo barato siempre sale caro”, lamentó.
“Viajábamos el viernes pero esta mujer les rompió el sueño a estos chicos. El trabajo de todo un año. Cuando llegó la invitación de Cosquín, fue una locura para ellos”, expresó otra de las responsables del grupo de unos 20 bailarines, que tienen a partir de 5 años de edad y que ensayan en una plaza porque tampoco tienen un lugar físico propio.
Lluvia de llamados
Sin embargo, a medida que avanzaba, la nota en vivo de Telenoche fue cambiando de tenor. Con el teléfono para ayudar en pantalla (341-284-2642), comenzaron a llover los llamados de gente que, sin esperar al cierre del móvil desde barrio Alberdi, se puso a disposición y renovó la ilusión.
En cinco minutos, Juan atendió a tres personas. Y su celular continuaba sonando. Una persona que podía donar algo de dinero, otra que se ofrecía a comprarles al menos un par de los zapatos faltantes, y así con varias que le hacían saber su intención de colaborar.
Con ese panorama, las sonrisas fueron reemplazando tristeza y hasta lágrimas en los rostros de grandes y chicos comprometidos con este sueño que, parece, será finalmente realidad: viajar y bailar en el famoso festival de Cosquín.