De gira por Estados Unidos, el Presidente, antes de la hablar en las Naciones Unidas (ONU), rechazó su agenda global para los próximos 20 años. Lo hizo a través de la canciller Diana Mondino quien este domingo anunció que Argentina se “disocia” del “Pacto del Futuro”, una iniciativa de desarrollo sustentable, innovación y reforma de la arquitectura multilateral que ha causado más de una discusión política en el foro mundial

El diario digital Infobae publicó este lunes que Mondino comunicó ayer en la ONU la decisión geopolítica más disruptiva que asumió Javier Milei desde su llegada al poder al confirmar que Argentina rechaza el “Pacto del Futuro”, el proyecto mundial que tiene como finalidad establecer compromisos geopolíticos para reformar la arquitectura institucional de la ONU, profundizar los contenidos del acuerdo de cambio climático de París, fijar normas de consenso para garantizar la paz, definir reglas de juego para cerrar asimetrías en el uso de la inteligencia artificial y promover una hoja de ruta para garantizar un escenario crecimiento estable para las nuevas generaciones.

Brasil, México, Irlanda, Rusia, Corea del Norte, Kuwait e Irán tienen objeciones sobre el Pacto del Futuro. Sus normas afectan sus propios intereses geopolíticos, mientras que Estados Unidos, Alemania, Francia y ciertos países del África consideran que esta iniciativa multilateral puede cambiar al mundo en los próximos 25 años.

El Presidente, por su parte, condena al Pacto del Futuro en el marco de su defensa de la libertad y el rechazo de normas globales que pueden significar su limitación por orden del sistema internacional.

El jefe de Estado considera que la ONU es un fósil institucional que exhibe una mirada pro Palestina y muy alejada de las reglas básicas del capitalismo moderno. Asimismo, considera que es posible acordar ciertos consensos básicos de gobernanza global, pero que ello no debe implicar que los países se sometan a normas multilaterales que pueden bloquear su propio desarrollo como Nación.

La mirada de Milei fue expresada ayer por Mondino, que expuso en el pleno de la ONU con la mayoría de las sillas vacías (hay 193 miembros plenos). “En ejercicio de esa libertad, mi país quisiera recordar que Agendas como esta que nos reúne aquí (Pacto del Futuro) están compuestas por aspiraciones jurídicamente no vinculantes y que cada Estado, en el ejercicio de su soberanía, tiene derecho a interpretar y perseguir con autonomía, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo de cada uno y respetando sus políticas y prioridades nacionales”, sostuvo ayer la Canciller en la ONU.

Y añadió: “Muchos de los puntos de este Pacto (del Futuro), con sus anexos, presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de Argentina. Estos documentos se vienen trabajando desde el 2022 con otro gobierno y el actual gobierno argentino se encontró con las negociaciones ya avanzadas. Aun así, propusimos acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta y eso nos lleva a disociarnos. Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina porque, por el contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”.

Mondino explicitó los ideales del Presidente respecto a la libertad y la defensa de la economía de mercado. Pero la geopolítica es un ciencia compleja con muchísimos matices: en su disociación del Pacto del Futuro, Argentina quedó enredada con Rusia, Irán, México y Brasil, en tanto que los socios habituales del gobierno libertario -Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón y Canadá, por caso- se ubicaron al otro lado del tablero.