Javier Milei habló sobre el plan de competencia de monedas que tiene previsto implementar una vez que se elimine el cepo. El jefe de Estado cerró el Foro IEFA Latam, que contó con la participación del director del área del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, y expresó: “Vamos a dejar un mínimo de pesos en circulación y el proceso de remonetización de la economía tendrá que darse sacando plata del colchón”, señaló Milei, en obvia referencia a los dólares que las familias guardan como forma de ahorro y en definitiva de preservación del patrimonio.
Si bien no señaló cuándo tomará esa medida respecto del cepo, sigue considerando la urgencia de continuar acumulando reservas y al mismo tiempo reducir el exceso de circulación de pesos en la economía.
La propuesta consiste en cesar la emisión monetaria para financiar al Tesoro, una medida que requeriría la aprobación de una ley. Simultáneamente, se eliminarían otros métodos de emisión, como aquellos destinados a cubrir los pasivos remunerados emitidos por el BCRA.
Esto implica que durante periodos de mayor actividad económica, no se incrementaría la cantidad de pesos en circulación, lo cual suele ser la respuesta estándar del Banco Central ante la demanda de dinero.
Es decir, se mantendría constante el nivel de la base monetaria (tal como está ocurriendo en la actualidad) y se pretende fomentar el uso de dólares para las transacciones. Así se busca limitar considerablemente la libertad de movimiento del tipo de cambio una vez que se levante el cepo.
Durante su discurso frente a empresarios convocados por el Cicyp, el ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que la escasez de pesos aumentará con el paso del tiempo, lo cual concuerda con lo mencionado por el presidente.
Milei explicó que persiste un desequilibrio en el mercado financiero y sugirió que, por el momento, no se contempla acelerar la eliminación del control cambiario. En ocasiones anteriores, ya había señalado que se requieren al menos USD 15.000 millones para llevar a cabo esa medida.
También, negó la posibilidad de incrementar la depreciación de la tasa de cambio oficial: “No tiene ningún sentido hacerlo y quienes lo proponen no entienden nada, porque si al dólar importador le sumás el 17,5% está al mismo valor que los dólares financieros, es decir que no hay brecha”.