Por la crisis económica y el contexto inflacionario, el Ministerio de Educación de Santa Fe y los gremios docentes admiten el incremento de alumnos que piden el pase de colegios privados a públicos en Rosario, un fenómeno que empezó a crecer durante la pandemia y que en algunos barrios de la ciudad representa “una dificultad porque faltan escuelas”, según lo explicitó el secretario local de Amsafé Juan Pablo Casiello.
En diálogo con el programa Punto medio (Radio 2), el dirigente sostuvo que “como en toda crisis, se está viendo que hay una cantidad de familias que se acercan a escuelas públicas a pedir banco” y vinculó la migración al aumento de las cuotas en los establecimientos de gestión privados y a la pérdida del poder adquisitivo a causa de la inflación, que en julio fue del 6,3 por ciento.
En este sentido, Casiello advirtió que “es una dificultad en algunos barrios” porque faltan escuelas públicas. “Hay varias que, porque ha crecido la matrícula de manera importante y otras porque tienen problemas edilicios, están trabajando en burbuja, con distintos mecanismos de rotación”, explicó.
Esta particularidad configura un escenario de menor capacidad para recibir nuevos alumnos. “Faltan aulas, bancos, secundarias. Hace rato que venimos reclamando que eso tiene que crecer, crece pero no en la medida de lo necesario”, dijo.
El secretario de Amsafé Rosario hizo referencia, además, a la situación atravesada por la comunidad de la vecina ciudad de Funes, en reclamo para tener una nueva escuela secundaria.
Argumentan que en la localidad hay cuatro jardines provinciales públicos y cuatro escuelas primarias públicas, pero cuentan con una sola escuela secundaria, más un anexo, que solamente funciona por la tarde.
“En Funes hay una movida bastante grande, hay muchas privadas y pocas públicas, es una necesidad que el Estado no está cubriendo”, sentenció Casiello.
Este año, el titular de la delegación local del Ministerio de Educación, Osvaldo Biaggiotti, reconoció que desde la pandemia ven “una migración sostenida de la educación de gestión privada a la de gestión estatal”, pese a que no hay un registro cuantitativo y riguroso de estos movimientos porque los pases se efectivizan entre las mismas direcciones de las instituciones.