El presidente Javier Milei apadrinará, por primera vez desde que asumió y de acuerdo a la ley, a un séptimo hijo varón, un bebé que nació esta semana en Santa Cruz. 

El niño se llama Noah Portillo y vio la luz el martes en el Hospital Regional de Río Gallegos, al tiempo que su madre, Mirta Portillo, oriunda de Misiones, se trasladó hace 20 años a la capital santacruceña porque el clima seco ayudo a curar los problemas respiratorios de su primer hijo, Adam, que hoy tiene 18 años.

Adam nació en Misiones, pero el resto de sus hermanos nacieron en la Patagonia: Iván, de 16, Tiago, de 12, Aaron, de 10, Ezel, de 8 y David, de 2.

Los médicos del centro de salud le informaron a la madre que, según establece la ley de Padrinazgo Presidencial, tiene la potestad de pedir que el mandatario sea el padrino de su hijo y ya comenzaron los trámites.

"Me dijeron que están haciendo contacto con el presidente, así que podría ser el ahijado", señaló la mujer, de 41 años, en declaraciones a una radio de Misiones.

En este sentido, agregó entre risas: "No esperábamos que fuera a tener todos varones. Podría decir que llegamos a siete niños buscando una hermanita para ellos. Pero ya está, ya me di cuenta que no estoy para la nena".

En el caso de aceptar acudir al bautismo, Milei, que no puede negarse a ser el padrino del niño, deberá viajar a la ciudad santacruceña.

Desde 1983 hasta la actualidad, los presidente-padrino nunca asistieron a los bautismos, aunque hay algunas excepciones.

Por ejemplo, el 26 de octubre de 1996 Mateo Cagliari fue bautizado en la quinta Presidencial de Olivos y fue el entonces jefe de Estado Carlos Saúl Menem quien se ofreció a la familia como padrino, meses antes de su nacimiento.

La ley incluye una beca para asistir en los estudios hasta el fin del período universitario.