Yair Atum es el joven médico rosarino que asistió a un hombre de 78 años en estado crítico en un avión de Aerolíneas Argentinas proveniente de España. El pasajero camufló claros síntomas de coronavirus y se descompensó en pleno vuelo, donde fue asistido por el joven que se encontraba también a bordo. “El paciente estaba crítico, podría haber salido todo mal”, contó el clínico del Hospital Provincial.
Despegaron en Barajas, y a la hora y medio de vuelo una azafata preguntó si había algún médico entre los 280 pasajeros en el avión que viajaba con destino a Ezeiza. Yair caminó las seis filas que lo separaban de la urgencia médica. “El paciente estaba crítico, con una insuficiencia respiratoria importante, con criterios tal vez en tierra de estar en una terapia intensiva o al menos intermedia”, contó. Y explicó las maniobras que realizó junto a otro médico cordobés con quien lo atendieron: administración de oxígeno y de medicación diurética para compensar un posible edema agudo de pulmón.
“Yo pregunté sobre la posibilidad de que el avión volviera a Madrid porque el paciente estaba muy mal, y lo próximo que quedaba era cruzar el Océano Atlántico”, dijo para graficó la gravedad de la situación que se vivió en el avión cuando aún restaban 12 horas de vuelo. Pero lograron estabilizarlo. “El paciente solo podía concentrarse en respirar, por momentos estuvo muy somnoliento”, contó.
Atum, que volvía de unas vacaciones en Tailandia con su novia, explicó que en medio de urgencia tuvieron que improvisar una bigotera cortando y pegando elementos para brindarle oxígeno, pero remarcó que sin el kit de emergencias con el que contaba el avión el desenlace no hubiera sido el mismo. Otro acierto fueron las maniobras que realizó el piloto para optimizar las condiciones de vuelo para el crítico pasajero.
El piloto, que consultó con el médico cordobés que es parte de la Fuerza Aérea, decidió “bajar la altura” del vuelo para descomprimir la presión en los pulmones de la persona afectada. “Se calculó la cantidad de combustible para volar a esa altura y que el avión lleguara. La verdad que se sumaron todas estas cosas y salió todo bien y el paciente mejoró. Podría haber salido mal”, reflexiona ahora el profesional rosarino de 32 años.
En todo momento se mantuvo la calma, entre quienes lo asistieron y para el resto de los pasajeros, remarcó Atum. A él esa parte no le costó: "Hice mucho tiempo terapia intensiva, soy médico clínico y hago medicina de urgencia. Entonces es como que uno actúa sin pensar, no te detenés”.
Volver a casa, sin juzgar
El médico rosarino fue quien interrogó a los familiares del hombre y a quien le contaron que subió al vuelo luego de haber bajado la fiebre con antitérmicos. También explicaron que no revelaron esa situación al abordar el vuelo, pero presentaba síntomas compatibles de coronavirus desde hace días.
“Este hombre, por lo que nos refería el familiar, venía hace un par de días con síntomas, hizo tres consultas en España y no le dieron bola”, explicó Atum y evitó juzgar, más allá de que fue él mismo quien se vio expuesto a contagiarse en medio de la crisis: “Yo no puedo opinar sobre lo que él hizo, puedo pensar en la familia para quienes puede haber sido desesperante ver que no le den asistencia en España. No sé si hizo bien en esconder sus síntomas, pero estar en un país donde no te dan asistencia es dejarte morir, por lo que si fuera mi familiar no sé qué haría, no hay que juzgar”.
Lo que resta es esperar
Atum ya está en su casa, en Rosario. Atravesó “controles muy rigurosos” al pisar Ezeiza, dentro del colectivo de la empresa que lo trasladó a Rosario, y en la terminal de ómnibus Mariano Moreno. Ya tenía previsto pasar un par de semanas en aislamiento, porque regresaba del exterior, pero el imprevisto lo obliga a estar muchísimo más alerta.
“Ya tenía previsto obviamente quedarme aislado, porque el riesgo está. Pero bueno, ahora lo que quiero saber si le da positivo o no y hablar con infectologia para ver qué me recomiendan, si quedarme más tiempo por ejemplo. Resta esperar mis síntomas, esperar a ver si levanto fiebre o no”, explicó con calma y sumó: “Yo ahora estoy bien, perfecto. Pero bueno, sé que es muy probable el contagio, por lo que espero que lo que venga sea leve”.