Los cónyuges italianos podrán volver a besarse en el altar sin tapabocas luego de quedar sin efecto la obligación de usarlos al momento de la celebración, informó hoy la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
En cambio, permanece la indicación para que el sacerdote proteja sus vías respiratorias y mantenga la distancia de al menos un metro de los novios que se casan, precisó este sábado la CEI al dar cuenta de la respuesta que le dio el Ministerio del Interior de ese país a una pregunta al respecto planteada por los obispos italianos.
"Dado que ciertamente no pueden considerarse ajenos entre sí, los cónyuges pueden evitar usar máscaras, con el cuidado de que el oficiante (sacerdote) mantenga el uso del dispositivo de protección respiratoria y respete la distancia física de al menos un metro", indicó el Comité Técnico Científico (CTS), donde la cartera de Interior trasladó la consulta.
El CTS también cree que esta recomendación puede extenderse a la celebración del matrimonio, según la ceremonia civil o según las liturgias de otras denominaciones religiosas, precisó la agencia ANSA.
En tanto, mañana entrarán en vigencia nuevas normas en Italia para otras celebraciones religiosas, por lo cual ya no será obligatorio que los sacerdotes usen guantes desechables para la distribución de la comunión.
Con respecto a la solicitud de "derogar la obligación de los guantes al distribuir la Comunión", el Comité Científico Técnico recomendó que el sacerdote "proceda a una limpieza escrupulosa de sus manos con soluciones hidroalcohólicas".
También se propuso a los fieles que se laven las manos antes de tomar la ofrenda y, en cualquier caso, la recomendación de los expertos sigue siendo evitar la comunión directamente en la boca y, por el contrario, entregarla en la mano.
En las misas, el momento de la comunión es "una de las fases más críticas" para el riesgo de infección pero "el uso incorrecto de guantes puede infundir una falsa sensación de seguridad" que puede facilitar la propagación del virus en lugar de evitarlo, agregaron los expertos.
Por eso, al no utilizar guantes será necesario prestar más atención, ya que las manos del celebrante no deben entrar en contacto con las de los fieles.