La fiscal Regional de la Segunda Circunscripción María Eugenia Iribarren presentó un pedido de cese de sus funciones a la fiscal General María Cecilia Vranicich, que fue aceptado por ésta y “con el objetivo de tramitar su jubilación”, según confirmaron fuentes tribunalicias a Rosario3 este martes tras la renuncia, que fue el viernes pasado.
Iribarren tenía desde marzo pasado recortadas sus funciones, luego de que la Fiscalía de Rosario fuera intervenida parcialmente, por la fiscal General, a partir de que los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno denunciaron a su colega Matías Edery ante presuntas irregularidades en la relación informativa que mantenía con su informante Mariana Ortigala, imputada en una causa vinculada a Los Monos.
Desde entonces Iribarren no comandaba más la Fiscalía de Rosario, pero continuaba al mando del resto del distrito, como Cañada de Gómez, Casilda, Villa Constitución y San Lorenzo.
Iribarren tiene una amplia trayectoria dentro del Poder Judicial de Santa Fe, con más de 30 años en diversos cargos. Durante diez años fue Fiscal de Cámara en el sistema Penal Santafesino inquisitorio, que rigió hasta febrero de 2014 con el cambio al sistema oral. En 2018 se desempeñó en la Fiscalía Regional Rosario como coordinadora, y luego estuvo al frente de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
En agosto de 2020, Iribarren fue nombrada como fiscal Regional de la Segunda Circunscripción de manera interina, en el marco de una situación de crisis institucional, luego del escándalo de corrupción con el juego clandestino por el que fueron imputados su predecesor, Patricio Serjal, y el también exfiscal Gustavo Ponce Asahad.
Finalmente, Iribarren ocupó de manera interina el rol de fiscal Regional de Rosario hasta que en abril de 2023 asumió formalmente en el cargo, con el objetivo de "reorganizar los equipos, transmitir confianza nuevamente y planificar una reorganización estructural" del Ministerio Público de la Acusación. Pero la causa judicial que avanzó contra el fiscal Edery, en la que ella mostró confianza en sus investigaciones, tiñó de sospechas la transparencia en su gestión, que llevaron a la decisión de la fiscal General Vranicich de aplicar una intervención en marzo pasado.