El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, recibe este lunes a los tres senadores Santa Fe, los radicales Carolna Losada y Eduardo Galaretto y el peronista Marcelo Lewandowski, para pedirles que hagan lo posible para acelerar el tratamiento y voten a favor de la ley de financiamiento universitario, una norma que garantizaría el flujo presupuestario a las casas de estudio y una actualización salarial para el personal de las mismas, cuyos sueldos quedaron muy retrasados con respecto al resto de los trabajadores del Estado.
Lo mismo que Bartolacci están haciendo los otros rectores universitarios, que el viernes se reunirán en La Pampa en un marco de convulsión en el sector: el frente gremial planteó ya realizar una nueva marcha federal en defensa de la educación pública, similar a la que en abril obligó al gobierno nacional a recalcular el ajuste en las casas de estudio.
Lo que hizo la administración de Javier Milei luego de esa manifestación contundente fue actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades, pero a la vez profundizó el retraso de los fondos salariales, que quedaron muy desactualizados con respecto a la inflación.
“Casi el 50% de los docentes y no docentes de todo el país están percibiendo un salario por debajo de la línea de pobreza. El desfasaje desde diciembre es del más del 45 por ciento, naturalmente necesita una recomposición. Con el mismo énfasis que dijimos que no hay universidad si no tenemos recursos suficientes para pagar el agua, la luz, el gas que nos permita funcionar, decimos que no hay universidad de excelencia si no hay salarios dignos para los trabajadores de la educación”, reclamó el rector Bartolacci.
La idea de los rectores que integran el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) es llegar a la reunión del viernes, si no es con la ley votada, al menos con una idea, un poroteo, de cuántos senadores pueden votar a favor y cuántos en contra, para ver si ellos mismos convocan a la marcha que pretende realizar el frente gremial.
En el sector no sobra esperanza. Es que si bien podría haber número para que el Senado sancione la ley, la actitud del gobierno es refractaria a una norma de esa naturaleza y el presidente Milei comenzó, tras la aprobación de la nueva movilidad jubilatoria, la temporada de vetos.