La situación de la mujer de 37 años que fue demorada este domingo por utilizar su celular cuando emitía su sufragio, violando la prohibición de uso del mismo, fue puesta en contexto por el secretario de Justicia Eduardo Massot, quien explicó cómo seguirá la investigación y advirtió sobre el hipotético uso de una tecnología QR para el fraude de votos comprados, que podría darse en caso de ser muchas las personas aprehendidas por lo mismo este domingo.

En diálogo con Rosario3, el referente de la Justicia provincial enumeró en torno a la situación procesal de la infractora, quien ya se encuentra en libertad: “La persona es demorada para ser identificada, y se retiene su celular para investigación, porque es el elemento de prueba con el que pudo haber cometido el ilícito. Si no posee antecedentes, la persona no resulta detenida, y es lo que ocurrió en este caso, ya que la falta que pudo haber cometido se puede sancionar con la persona en libertad”.

El caso quedó ahora a cargo del fiscal de Investigación y Juicio, Omar De Pedro, quien a partir del análisis del celular de la mujer podrá determinar si hubo o no comisión del delito, “si hubo algún llamado o mensaje a miembros de algún partido, o si tomó la foto de su voto”. Hasta entonces, el aparato telefónico queda en sus manos como elemento probatorio.

Sobre un nuevo tipo de fraude con brazaletes QR

 

Massot aclaró que “en este momento se trata de una sola ciudadana, pero si llegara a ocurrir que la práctica de sacar el celular al votar fuera algo masivo, en ese caso puede tratarse de una organización dedicada a este fraude electoral. En materia de Justicia debemos prestar atención a si se repite entre las más de tres millones de ciudadanos que votan en la provincia”.

Recordó entonces: “Hubo elecciones anteriores en las que tuvimos conocimientos de que alguna fuerza política podía estar induciendo que saquen foto a la boleta con su celular, y por eso fue tipificado en la ley electoral. No llegó a la Justicia, pero nos llegaron los comentarios”.

En este sentido, planteó que “en el país existieron siempre los fraudes electorales; algunos fueron más importantes que otros. Para evitarlos es que se instruye a las autoridades de mesa, y cada partido, a sus fiscales y militantes, para garantizar una elección transparente”.

Pero planteó entonces en torno a una nueva hipótesis de fraude que se maneja en el Ministerio Público Fiscal, así como en varios partidos políticos: “La tecnología avanzó el último tiempo, y estamos atentos a nuevas formas posibles de fraude que no han ocurrido hasta ahora, como el uso de unas pulseras con el código QR”.

Según ese análisis, “hace 10 años a nadie se le ocurría que se podía fraguar un voto con un código y un celular, era muy extraño. Pero la práctica de venta de voto para asegurarse el triunfo en determinadas fuerzas políticas, puede ir de la mano. En otras elecciones detectamos esta práctica de la fotografía enviada y por eso el celular no está permitido en el box al votar”.

Massot desarrolló sobre el modo de este posible fraude: “A lo mejor a esa práctica de la foto con el celular puede sumarse el fraude con un código QR que lleve en su muñeca, que permite identificar que la persona que votó y envió el mensaje es la misma, y no es una foto reenviada. En este caso la persona sacaría la foto a la boleta y también a su muñeca, donde lleva el brazalete con un código QR”.

Remarcó entonces que “esto es solo un trascendido a través de conversaciones que tenemos con el MPA y actores políticos que tienen dudas sobre un posible uso de estos brazaletes con códigos QR. Al momento son solo suposiciones”.

Consultado sobre casos similares, aclaró: “No sabemos si esta práctica ha ocurrido en otros países, pero es muy posible que esa práctica se copie de otro lado”.

Finalmente destacó entonces que “la ley queda rezagada del avance de la tecnología y por eso es que observamos con atención para tipificar los delitos electorales. Se va evaluando luego de cada elección para aggiornar la legislación, así está a la altura de las circunstancias y garantizar la transparencia de las elecciones”.