Verano es sinónimo de chapuzones. Pero la pileta, el río, el lago o el mar pueden ser riesgosos. Con el antecedente del trágico accidente del niño que murió ahogado en una pileta del Jockey Club de Rosario, se reinstaló la importancia de una correcta y a tiempo de una sencilla maniobra: la Reanimación Cardiopulmonar o RCP.  

La RCP es una técnica que se aplica para intentar reanimar a una persona cuyo ritmo cardíaco se detuvo. El corazón deja de mandar sangre al resto del cuerpo de manera correcta y eso puede derivar en secuelas o incluso la muerte.

Este procedimiento aumenta las posibilidades de supervivencia de la persona que se está ahogando y es muy fácil. Según los datos del gobierno nacional, el inicio inmediato de RCP por parte de alguien entrenado, aunque no sea un profesional, puede aumentar en un 40% las posibilidades de vida.

"Es importante que la gente sepa hacer, aunque sea un masaje cardíaco para los primeros auxilios de una persona que se ahoga. Es fundamental", destacó el médico Aníbal Krivoy, director del sanatorio de Niños, en contacto con De boca en boca (Radio 2) sobre la importancia de esta maniobra de RCP. 

Cómo realizar la RCP, paso a paso

 

1. Evaluá el estado de conciencia de la víctima.

  • Movela suavemente de los hombros y preguntale en voz alta ¿Me escuchás? ¿Te sentís bien?
  • Si no responde, no respira, jadea o respira con dificultad, continuá con los siguientes pasos.

2. Llamá al número de emergencias o pedí a otra persona que lo haga.

  •  107
  •  911
  • Averiguá cuál es el número de emergencias médicas de tu localidad y tenelo siempre a mano.

3. Iniciá la maniobra de reanimación cardio pulmonar (RCP)

  • Comprimí hacia abajo el tórax de la persona hasta hundirlo entre 5 a 6 cm.
  • Mantené siempre los brazos extendidos.
  • Apoyá el talón de una mano en el centro inferior del esternón. Colocá el talón de la otra mano sobre la primera y entrelaza tus dedos.
  • Zona donde se deben realizar las compresiones.
  • Realizá 30 compresiones ininterrumpidas.
  • Repetí 5 ciclos.
  • Tenés que hacer entre 100 y 120 compresiones por minuto.
  • Evaluá a la víctima y, si no hay recuperación, continuá con las compresiones.

4. Reevaluá el estado de la persona

  • Si no recupera la conciencia, continuá con las compresiones hasta que llegue el equipo de emergencias.
  • Si la persona recupera la conciencia, colocala de costado o posición de recuperación (lateral) hasta que llegue el equipo de emergencias.
  • Esta posición deja libre las vías respiratorias y evita una posible aspiración de vómito por parte de la víctima.

 

Cómo hacer las compresiones correctamente

 

  • Arrodillate al costado del tórax de la víctima (cualquier lado) y colocá el talón de una de tus manos sobre el centro del tórax, en el esternón.
  • Poné tu otra mano encima de la anterior, asegurándote de no tocar las costillas de la víctima con tus dedos (mantenelos levantados y entrecruzados). Solo el talón de la mano inferior apoya sobre el esternón.
  • Hacé avanzar tus hombros de manera que queden directamente encima del esternón de la víctima. Mantené tus brazos rectos y usá el peso de tu cuerpo para transmitir la presión sobre tus manos. El esternón de la persona atendida debe descender al menos 5 cm.
  • A continuación, liberá por completo la compresión sobre el esternón sin retirar las manos para permitir que el tórax vuelva a su posición de reposo y el corazón se llene con sangre.
  • Entre las compresiones, mantené el entrecruzamiento de las manos sin retirarlas del esternón. Las fases de compresión y relajación deben tener igual duración.