Un polémico hecho tuvo lugar en José Ignacio, Uruguay. Fue en la casa del reconocido empresario, dueño de la exclusiva marca de ropa Etiqueta Negra, Federico Álvarez Castillo, ubicada en un barrio cerrado. Desde un helicóptero tiraron un animal a la pileta de la casa. El momento fue registrado en un video que grabó el dueño desde el patio.
En la filmación se ve cómo un cordero –según señaló el propio Álvarez Castillo– fue lanzado desde más de 30 metros de altura a la pileta. El animal impacta en forma violenta en el agua y la pileta rebalsa al instante. La reacción de quienes tomaron las imágenes y están dentro del inmueble no es de sorpresa; todo lo contrario, coinciden en una carcajada.
El empresario confirmó que las imágenes fueron registradas por él y aclaró que no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo. Su esposa, la modelo Lara Bernasconi, se refirió en el mismo sentido en redes sociales y en una entrevista difundida este miércoles en Los ángeles de la mañana: “Nosotros somos las víctimas”.
Anoche, luego de que se viralizara la grabación y que el término “Etiqueta Negra” se convirtiera en trending topic como consecuencia de las críticas a este repudiable suceso, la marca textil difundió un comunicado firmado por su dueño. “Quiero repudiar este hecho de vandalismo del cual fuimos víctimas mi familia y yo”, indicó.
Y agregó: “Al momento del hecho nos encontrábamos dentro del hogar cuando sentimos un fuerte ruido en el jardín; al salir percibimos el acto aberrante que nos llevó a un gran desconcierto por una broma de muy mal gusto”.
El "chiste" entre Álvarez Castillo y su amigo
Sin embargo, la familia sabe qué fue lo que ocurrió y tiene indicios claros sobre la identidad del hombre que ejecutó el desagradable chiste.
El hecho comenzó a gestarse durante una conversación informal que mantuvo el hombre de negocios con un amigo, otro empresario que no solo suele veranear en Punta del Este, sino que tiene múltiples inversiones en esa ciudad.
El interlocutor habría invitado al dueño de la firma textil y a su familia a compartir una comida. “Juntémonos, hagamos un cordero, quedate tranquilo que yo lo consigo y te lo mando en Uber”, prometió. Álvarez Castillo aceptó la propuesta. No era algo nuevo para ellos: quienes conocen a los protagonistas de esta historia dicen que ya habían compartido otras comilonas durante la temporada estival.
“¿Cómo me lo vas a mandar por Uber?”, repreguntó el anfitrión de la velada. “Vos quedate tranquilo, que yo ahora te lo llevo en Uber”, le contestaron. Por el tono de la voz que oyó y por la confianza que los une, Álvarez Castillo sospechó que su amigo estaba preparando una de sus habituales bromas.
Algunas horas después descubrió de qué se trataba, pero no lo tomó de sorpresa: de las imágenes se desprende que tuvo tiempo de tomar su teléfono celular y grabar toda la secuencia. El registro, que se viralizó en redes sociales y en aplicaciones de chat como WhatsApp, fue tomado desde el inmueble y la reacción de los que estaban allí no fue la de personas que estaban asustadas. Álvarez Castillo sabe quién le arrojó un cordero por la cabeza, pero opera una suerte de pacto de silencio entre ellos para proteger su identidad.
Aparentemente, la desagradable idea no es nueva. Hay testigos que indican que el mismo helicóptero estuvo involucrado este año en una maniobra similar en el jardín de un empresario brasileño que vacaciona en el Este uruguayo.
El “chiste” generó un escándalo que trascendió la lógica ola de indignación virtual. La Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA) y las Fuerzas Armadas uruguayas iniciaron una investigación de oficio. Se encontraron con una dificultad: no hay un plan de vuelo registrado. Fuentes aeronáuticas aseguraron a Infobae que es habitual que durante el verano haya personas –generalmente argentinos– que despeguen y aterricen en sus chacras para realizar trayectos cortos sin cumplir con las formalidades que prevé la ley.
Pese a ello, los investigadores saben que la aeronave involucrada es un helicóptero Robinson 44 y tienen identificadas a las máquinas de ese modelo que tuvieron movimiento en los últimos días. Una de esas es la que suele utilizar el amigo de los Álvarez Castillo. Este miércoles un fiscal ordenó tomarles declaración a los involucrados y envió a una delegación de oficiales a chequear si el cordero estaba en la casa donde se lo vio caer.
Expertos en aviación explican que la maniobra es muy peligrosa y está prohibida. El dueño de la aeronave podría recibir fuertes sanciones y el piloto, inhabilitado para volver a volar en territorio uruguayo. Años atrás, una compañía que arrojó panfletos desde el aire para promocionar una fiesta sufrió la rigurosidad de las autoridades aeronáuticas del vecino país.
PCDA SA, dueña de la marca Paula Cahen D’Anvers, no sólo lamentó este hecho de violencia contra los animales, sino que apuntó contra el dueño de la casa: “Cabe aclarar que el señor Federico Álvarez Castillo fue desvinculado de la marca hace más de 20 años por numerosas irregularidades que generaron acciones legales en su contra, de allí que este hecho repudiable no nos sorprenda”.
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