El indignómetro llegó hasta el tope en las últimas horas, después de conocerse la noticia de que equipos médicos de emergencia para tratar a enfermos con covid que arribaron desde España, están retenidos por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) hace diez meses en un depósito del aeropuerto internacional de Rosario. Más allá de esta cuestión burocrática y difícil de comprender, que no debe correrse del eje de la discusión, hay una historia detrás de la noticia. Con contundencia se dio por cierto que esos respiradores elementales habían sido donados por Lionel Messi para los centros de salud de Rosario y la región, pero en realidad eso no fue así.
Los 32 ventiladores que están varados en el aeropuerto de Rosario fueron diseñados por el departamento de investigación de la Universidad de Barcelona en marzo del año pasado, cuando España vivía el peor momento de la pandemia.
Científicos de esa casa de estudios crearon estos equipos de resucitación, que según la descripción de profesionales son muy sencillos y nada tienen que ver con los dispositivos de alta complejidad que se observan en las terapias intensivas de los hospitales, pero se utilizan para mantener con vida a las personas con cuadros respiratorios muy graves hasta que puedan ser atendidos en una unidad más especializada.
Como se expresó anteriormente, el diseño estuvo a cargo de los científicos de la Universidad de Barcelona, pero la fabricación fue llevada a cabo por la empresa automotriz Seat, ubicada en la comarca del Bajo Llobregat, en Cataluña. Ante la solicitud de los médicos en el pico de contagios de coronavirus, la firma modificó por única vez su línea de montaje de coches para fabricar 1.000 respiradores elementales.
Estos ventiladores fueron distribuidos por toda España y, según las crónicas del año pasado, fueron de mucha utilidad en las guardias de los hospitales y en los poblados más pequeños del país para atender a pacientes en medio del colapso sanitario.
El contacto en Rosario
Aquí viene la parte sustancial de esta historia, a partir de la conexión con Rosario para la llegada de estos equipos. A su vez, también aparece el apellido Messi y seguramente el origen de la confusión por la que se asegura que fueron donados por el astro del Barcelona y de la selección argentina.
Diego Schwarstein es el médico rosarino conocido en todo el mundo por ser el que descubrió el problema de crecimiento que tenía Lionel Messi cuando jugaba en las divisiones infantiles de Newell's. Este profesional se formó en la Universidad de Barcelona, donde conserva algunos amigos, entre ellos uno de los diseñadores de los ventiladores que ahora descansan en un oscuro depósito de Fisherton.
El médico español llamó a Schwarstein para ofrecerle los respiradores que no se habían utilizado de los 1.000 que se fabricaron. El profesional rosarino hizo algunas consultas en la Municipalidad y en la Provincia, y con el visto bueno le devolvió la llamada a su amigo catalán para decirle que aceptaba el ofrecimiento.
Allí surgía otro problema: ¿cómo traer los respiradores a Argentina? Por su excelente relación con la familia Messi desde aquellos años, Schwarstein se contactó con Jorge, el papá de Leo, y le consultó si había alguna posibilidad de usar el avión particular del futbolista para trasladar los equipos a Rosario. La respuesta de Jorge Messi fue afirmativa.
En el avión de Messi entraron 32 respiradores elementales. Había un número mayor disponible, pero fueron todos los que se pudieron traer por una cuestión de espacio en la aeronave. Fueron descargados en el aeropuerto de Rosario hace 10 meses y allí están todavía.
Fuentes calificadas reconocieron a Rosario3 que es verdad que los equipos no cuentan con todos los papeles que exige la Anmat para este tipo de productos. Las autoridades de esa administración nacional señalan que falta la autorización de venta del país de origen, pero en realidad ese certificado nunca lo van a tener porque no se trata de productos comerciales.
Los respiradores arribaron a Argentina con todos los papeles que se usaron en España para la autorización provisoria. No cuentan con todos los certificados por la sencilla razón de que fueron fabricados y distribuidos para una situación de extrema emergencia.
Verdad a medias
En resumen; ¿los respiradores están retenidos en el aeropuerto de Rosario por una absurda cuestión burocrática que se soluciona con un poco de empatía hacia las víctimas del covid y otro poco de sentido común? La respuesta es sí. Ahora; ¿fueron donados por Lionel Messi? Técnicamente la respuesta es no.
Aunque hayan sido creados en Barcelona -la ciudad donde reina Lionel-, aunque los haya gestionado un médico fundamental en la vida y en la carrera del mejor futbolista del planeta, y aunque los haya traído la Fundación Messi en su avión, los equipos no fueron donados por el jugador como se dijo en todos los medios nacionales. Y una verdad a medias, no deja de tener bastante de mentira.