Esta semana se cumplió un mes del aislamiento social y obligatorio dictado por el gobierno y Rosario ya con la disposición del barbijo mostró un centro más movido, con más personas y vehículos en las calles en comparación a días anteriores. Eso se debe a que tras el último anuncio de Alberto Fernández algunos más volvieron al trabajo, claro que con protocolos según cada actividad.

En esta nueva etapa de la cuarentena se dieron a conocer muchas cosas, pero una de las más importantes y que nos llena de orgullo como argentinos es que se logró obtener la primera foto del nuevo coronavirus, este fue otro logro del Malbrán y copó los titulares esta semana. Y no es para menos. Científicos lograron obtener imágenes a nivel microscópico del tipo de virus que circula en el país. Ya habían descifrado el genoma completo del covid-19. Esto demuestra de cuánto se está trabajado tanto desde la prevención como desde la investigación. 

Quienes siguen trabajando y mucho son los docentes. Dar clases y enseñar se convirtió en todo un reto en cuarentena. Así, contra la pandemia y la bajante del Paraná, la historia de María Eugenia Zumoffen quien es docente rural desde hace 20 años y da clases en las islas entrerrianas se vlvió un ejemplo de amor. La mujer sigue saliendo con su embarcación para repartir la tarea escolar. 

Solidaridad en cuarentena

Muchos son los lugares que están tratando de hacer que este periodo de aislamiento afecte lo menos posible a quienes por ejemplo no tienen para comer. Así, cuchara en mano hay quienes toman la posta y comienzan a cocinar, por ejemplo, para sus vecinos. En barrio Ludueña sin ir más lejos lo hacen para 500 personas en el comedor de Campbell y French.

Pero hay más ejemplos y en la zona noroeste, Lorena decidió la semana pasada llevar adelante la tarea de cocinar para 80 familias en su casa de Juan B. Justo al 8600.

En todo este marco donde cada uno desde su lugar está aprendiendo a vivir, la naturaleza no se queda atrás y una vez más los animales también se suman a las noticias dando su nota de color. Tal es así que la falta de turistas hizo que el Valle de la Luna se llenara de guanacos. Decenas de animales irrumpieron en el parque de la provincia de San Juan aprovechando el aislamiento de la población.

¿Una señal?

Y así, mientras cada información parece girar en torno al coronavirus, hasta la aparición de un arcoíris "sonrisa" en plena pandemia nos deja pensando. El extraño fenómento natural ocurrió cerca del lago Garda, en Italia. Los vecinos salieron a sus balcones para contemplarlo durante unos minutos. Por suerte y gracias a las redes sociales y la conectividad, esa sonrisa recorrió todo el mundo.