Este jueves se combinaron dos elementos que conspiraron contra la actividad comercial en Rosario. El paro de colectivos y la masiva protesta contra la inseguridad, a la que adhirieron muchos gremios, hicieron que el escenario sea bien diferente al de un día hábil. 

De todos modos, algunos comercios se mantuvieron abiertos, ya sea porque no adhirieron a la manifestación o porque son atendidos por sus propios dueños. En ese contexto, los trabajadores debieron buscar alternativas para no faltar al trabajo. 

La lectura de los ciudadanos de a pie fue diversa: "Parece un domingo", dijo un peatón consultado por el móvil de De 12 a 14. En tanto, una comerciante indicó: "Se trabajó, con menos gente que otros días, pero se trabajó" .

Una comerciante de Echesortu, argumentó: "Como empleados de comercio no adhirió, abrieron todos".

En sentido inverso, una mujer contó que decidió cerrar su comercio para acompañar la protesta contra la inseguridad: "Nosotros fuimos víctima hace un año más o menos". Y agregó: "El resto abrió, pero todos deberíamos sumarnos porque todos somos víctimas de esto que pasa en la ciudad".

Algunos testimonios indicaron que tuvieron que acomodar su logística para asistir a sus trabajos: quienes toman colectivos habitualmente, buscaron otros caminos; algunos en moto, otros se pusieron de acuerdo para ir varios en un solo vehículo y hasta hubo quienes tuvieron la fortuna de que sus empleadores los fueran a buscar. 

Por su parte, la actividad en el centro de la ciudad fue menor, pero casi normal. La cantidad de gente en horas del mediodía se pareció bastante a la de un día hábil.