La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la retirada de una polémica ley que tenía como finalidad reducir el uso de pesticidas en la Unión Europea (UE), lo que marca la primera derrota del denominado Pacto Verde Europeo. Este acuerdo comprende una serie de propuestas políticas sobre clima, energía, transporte y fiscalidad para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
El llamado Reglamento de Uso Sostenible (SUR) se presentó por primera vez en junio de 2022, con el ambicioso objetivo de reducir a la mitad el uso de pesticidas para 2030. También preveía la prohibición total de estos productos en áreas sensibles como los espacios verdes urbanos, al tiempo que promovió la adopción de alternativas de bajo riesgo.
La iniciativa generó intensos debates y recibió duros cuestionamientos por parte del sector agrícola. En noviembre del año pasado, fue rechazada por el Parlamento Europeo con 299 votos en contra, 207 a favor y 121 abstenciones, y desde entonces permanecía estancada en negociaciones políticas entre los estados miembros.
"La Comisión propuso SUR con el digno objetivo de reducir los riesgos de los productos químicos fitosanitarios", dijo von der Leyen este martes ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, en donde reconoció que la propuesta "se ha convertido en un símbolo de polarización".
"Ha sido rechazada por el Parlamento Europeo. Tampoco hay avances en el Consejo. Por eso propondré al Colegio que retire esta propuesta", apuntó la máxima autoridad de la Comisión Europea.
Los pesticidas químicos empleados para mantener el rendimiento de los cultivos se consideran una importante fuente de contaminación y se han relacionado con la pérdida de biodiversidad, la mala calidad del agua, los suelos degradados, la resistencia a las plagas y las enfermedades crónicas.
Von der Leyen tomó esta determinación en medio de una creciente reacción de la derecha contra el Acuerdo Verde Europeo, que incluyó protestas generalizadas de agricultores que rechazan la regulación ambiental.
El movimiento de contestación llegó a Bruselas la semana pasada durante una cumbre de líderes de la UE, dejando escenas de caos y destrucción. Von der Leyen, junto con los primeros ministros de Bélgica y Países Bajos, asistió a una reunión improvisada con representantes del sector agrícola justo después de que finalizara la cumbre.
Durante su discurso del martes por la mañana, la jefa de la Comisión habló extensamente sobre los agricultores y dijo que "merecen ser escuchados" mientras enfrentan los estragos del cambio climático, la invasión rusa de Ucrania y la crisis del costo de vida.
Por otro lado, insistió en que el sector, que representa más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero del bloque y está fuertemente subsidiado por el presupuesto de la UE, necesita hacer una transición hacia un "modelo de producción más sostenible".
"Sólo si nuestros agricultores pueden vivir de la tierra invertirán en el futuro. Y sólo si logramos juntos nuestros objetivos climáticos y medioambientales, los agricultores podrán seguir ganándose la vida", afirmó.
La retirada de la propuesta de ley no es inmediata y aún debe ser ratificada por el Colegio de Comisarios, proceso que se espera finalice en las próximas semanas.
En tanto, otras leyes relacionadas con la agricultura que estaban en tramitación finalmente no fueron aprobadas por el equipo de von der Leyen, como las nuevas normas sobre el bienestar de los animales de granja y un etiquetado nutricional de los alimentos en toda la UE.