La Argentina fue reelegida este jueves como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el período 2022-2024, en la elección llevada a cabo en la ciudad de Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas.
La noticia fue celebrada por el canciller, Santiago Cafiero, quien ratificó el compromiso del país en "seguir aportando iniciativas que contribuyan al desarrollo progresivo del derecho internacional de los derechos humanos".
De esta manera, la Argentina integrará el Consejo por quinta vez desde su creación, en 2006, donde siempre fue un miembro activo que ha presentado numerosas iniciativas que son reconocidas por la comunidad internacional, informó el Palacio San Martín en un comunicado.
Tras la ratificación del país como miembro de ese ámbito, el canciller Cafiero expresó su "agradecimiento a todos los estados miembros de las Naciones Unidas que apoyaron la reelección de Argentina al Consejo de Derechos Humanos por el período 2022-2024".
"Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la promoción y la protección de los derechos humanos y asumimos la responsabilidad de seguir aportando iniciativas que eleven los estándares internacionales de protección y contribuyan al desarrollo progresivo del derecho internacional de los derechos humanos", subrayó el jefe del Palacio San Martín.
El Consejo de Derechos Humanos es el principal órgano permanente en la materia a nivel universal y tiene su sede en Ginebra.
Está compuesto por 47 miembros, elegidos en forma directa y universal, en votación secreta, por los miembros de la Asamblea General.
Los criterios para elegir a los miembros del Consejo responden a la contribución de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos, incluyendo las promesas y contribuciones voluntarias que hayan hecho al respecto.
La Argentina ocupará así una de las tres vacantes (las otras dos serán para Honduras y Paraguay) que debía renovar el grupo de América Latina y el Caribe para el citado período.
"Esta elección reafirma nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos como una política de Estado, con el fin de lograr sociedades más justas, inclusivas, igualitarias y diversas", destaca el documento de la Cancillería argentina.