Este martes, además del juicio por el crimen de Eduardo Trasante, comenzó el juicio por el homicidio de David Moreira en el Centro de Justicia Penal. Se trata de un crimen resonante y de alto impacto público ya que la víctima era un chico de 18 años a quien lo asesinaron a golpes en barrio Azcuénaga luego de que le robara la cartera a una mujer embarazada.

El caso ocurrido el 22 de marzo de 2014 será ventilado en un juicio que ya tuvo 5 postergaciones. La Fiscalía identificó a las dos personas que se ven golpear a Moreira: Nahuel Pérez y Gerardo "Capocha" Gutiérrez. En un primer momento, les imputaron el homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado y por la participación de más de dos personas, delito con una pena en expectativa de prisión perpetua. Sin embargo, después el fiscal bajó la calificación a homicidio en agresión y en abril de 2017 sumó a un tercer identificado, Cristian Antonioni. En 2019 Pérez aceptó en un juicio abreviado la pena de tres años de prisión condicional, pero los otros dos no y ahora la causa llega a juicio oral y público.

Este martes, a momentos de iniciarse la primera audiencia, Norberto Olivares, el abogado querellante de la familia Moreira, habló con De boca en boca (Radio 2). “El juicio comienza con un atraso de 9 años y 8 meses. Seguimos manteniendo las expectativas de justicia, pero es un juicio donde los testigos deben recordar y recomponer los hechos tras 9 años”, planteó.

Luego de confirmar que Lorena Torres, la madre de David, se fue a vivir a Uruguay en 2017, remarcó que el juicio tuvo 5 postergaciones. “Lo que nos lleva es el impulso de los familiares. Aunque la muerte de un hijo de esa forma salvaje es irreparable”, manifestó.

El abogado Norberto Olivares. (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

 

Conmoción y un dilema social

El 22 de marzo de 2014, David Moreira, un joven de 18 años fue asesinado a golpes en una cortada del barrio Azcuénaga, en la zona oeste de Rosario. Los vecinos de la zona lo habían acusado de robar un bolso junto a un cómplice que logró escapar. Una vez retenido, un grupo de personas lo atacaron, pegándole patadas en el cuerpo y la cabeza. Minutos después, se hizo presente un móvil policial, el chico fue traslado al Hospital Clemente Álvarez, y falleció a los 3 días.

El caso conmocionó a la opinión pública y dividió opiniones entre quienes justificaban la actitud criminal de los “linchadores” mientras que se multiplicaron voces que repudiaron la mal llamada “justicia por mano propia”.

Sin embargo, más allá de las justificaciones que algunos esgrimían, circuló un video atroz sobre la golpiza encarnizada contra el muchacho. El fiscal de la causa pudo determinar que a Moreira lo golpearon durante 15 minutos, lo arrastraron 50 metros en la calle, abrieron y cerraron la puerta de un auto contra su cabeza y levantaron la moto en la que se trasladaba y se la arrojaron encima.

Con estos datos, y con el video de la agresión, la jueza Roxana Bernardelli dictó prisión preventiva para dos personas. Fuentes judiciales aseguraron en esta oportunidad que la caratula sería homicidio doblemente calificado con ensañamiento, con posibilidad de ser condenados a prisión perpetua.