Roberto Pinotti obtuvo documentos de evidencia del presunto accidente del 13 de junio de 1933 en el norte de Italia y un departamento secreto creado por Mussolini para estudiar la nave.
Pinotti afirmó que los archivos le fueron enviados por correo de una fuente misteriosa que afirmó haberlos heredado de un pariente que trabajaba en el programa, según publicó el diario británico Daily Mail.
Un alto oficial de inteligencia de Estados Unidos contó además que las fuerzas estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial recuperaron un ovni que se estrelló en Italia en 1933, y los investigadores italianos dicen que tienen los documentos para probarlo.
El ex miembro del personal de la Oficina Nacional de Reconocimiento, David Grusch, conmocionó al mundo el mes pasado cuando reveló que había denunciado en un testimonio jurado ante el Congreso y los organismos de control del gobierno, sobre un supuesto programa secreto de Estados Unidos que obtuvo múltiples platillos voladores no humanos.
Grusch afirmó que una de estas naves extraterrestres se estrelló en el norte de Italia en 1933 y fue escondida por Benito Mussolini, antes de que fuera capturada por las fuerzas estadounidenses al final de la Segunda Guerra Mundial y enviada a los Estados Unidos.
#ufotwitter
— �������� ʷᵉ'ʳᵉ ⁿᵒᵗ ᵃˡᵒⁿᵉ (@UFOB_) July 3, 2023
Europe the Untold Stories on
the Roberto Pinotti files... https://t.co/mWdBtVLtMY pic.twitter.com/i7wlre2S9l
Según publicó el medio mencionado, Grusch fue informado sobre el supuesto accidente de junio de 1933 por un miembro del personal que trabajó en la nave no humana en un programa secreto del gobierno.
En ese sentido, el miembro de mayor rango del Comité de Inteligencia del Senado, Marco Rubio, confirmó que escuchó el testimonio de presuntos testigos de primera mano de tales programas de recuperación de accidentes.
Ahora, en una entrevista con DailyMail, el investigador italiano Roberto Pinotti compartió detalles extraordinarios del supuesto accidente del platillo que ocurrió 14 años antes de Roswell, Nuevo México.
Pinotti, presidente del Centro Nacional de Ufología, obtuvo documentos que afirma evidencian el accidente del 13 de junio de 1933 y un departamento secreto creado por Mussolini para estudiar el supuesto platillo.
La investigación de Pinotti fue recibida con escepticismo en Italia desde que la publicó por primera vez en 2000, y aún es poco conocida fuera de sus fronteras. "Mi colega Alfredo Lissoni y yo comenzamos a investigar la historia del accidente ovni de 1933 en Lombardía en 1996, cuando recibimos algunos documentos secretos originales sobre el caso", dijo al medio.
Los documentos fueron misteriosamente enviados a Pinotti por una fuente anónima que afirmó haberlos heredado de un miembro de la familia que trabajaba en el supuesto programa ovni de Mussolini. Incluyen dos telegramas de junio de 1933 en italiano, uno que exige "silencio absoluto" sobre un "presunto aterrizaje en suelo nacional de un avión desconocido".
Otro, fechado el 13 de junio, amenaza con "arresto inmediato" y "penas máximas" para cualquier periodista que informe sobre una "aeronave de naturaleza y origen desconocidos".
"Se ordena la refundición inmediata de cualquier pista de los periódicos que lleven dicha noticia", decía el segundo telegrama. Ambos dicen que son por "orden personal" de "Il Duce", el propio Mussolini.
Otros documentos enviados a Pinotti se refieren a un misterioso departamento gubernamental llamado "Gabinetto RS/33", o el Gabinete RS (Investigación Especial) 33, supuestamente creado por el dictador italiano para gestionar la recuperación y el estudio de los supuestos restos del platillo, así como como otros incidentes ovni.
Pinotti dice que RS/33 fue dirigido por el inventor ganador del Premio Nobel Guglielmo Marconi, inventor de la radio.
Hasta el día de hoy, los historiadores italianos y los investigadores de ovnis no encontraron ninguna otra evidencia de este presunto grupo oscuro o la participación de Marconi.
Por su parte el investigador italiano hizo examinar uno de sus documentos, fechado en 1936, por un experto forense que concluyó que el papel y la tinta eran de ese período. Los telegramas de 1933 no habían sido probados.
La conclusión del informe de 2000 del consultor científico Antonio Garavaglia, compartido con DailyMail dice: "Se puede afirmar con razonable certeza que solo la muestra examinada y el objeto de la tasación pueden considerarse originales y, por lo tanto, auténticos".
"Después de cuatro años de investigaciones y un análisis forense que mostró que los documentos fueron realmente escritos en la década de 1930, publicamos un informe detallado en un libro", dijo Pinotti.
Sin embargo, los escépticos señalaron que el papel antiguo y la tinta de la época podrían haber sido utilizados para falsificar los documentos, y que no tienen números de protocolo ni sellos oficiales que ayudarían a verificarlos como documentos gubernamentales reales, sino que parecen más bien personales.