Este 19 de octubre se cumplirá exactamente un año del crimen de Joaquín Pérez, el joven arquitecto que fue asesinado en el barrio de Arroyito, a pocos metros de su casa, cuando lo sorprendieron para robarle el auto. El caso, que muchos creían que sería una bisagra en cuanto a la inseguridad en Rosario, continúa sin personas detenidas. Este martes, la viuda de Joaquín estuvo en el estudio de El Tres, en De 12 a 14, y allí contó con lujo de detalles lo que ella y su familia están atravesando.
“Hasta ahora lo que hay es una pizarra en blanco, las acciones que se tomaron en el primer mes después del crimen y después la causa quedó en cero. Estamos como en el primer día”, dijo Indiana sobre el estado de la causa. Y agregó que “al margen de la recompensa de un millón de pesos que otorga el Poder Judicial, lo que yo pido es que cualquier dato, cualquier detalle que alguien pudo haber visto, que lo aporten”.
“Pido que lo hagan por una familia que está destruida, estamos todos en carne viva”, comentó la mujer, que lucía una remera negra con la consigna “Justicia por Joaquín”. “Quedó claro que las marchas y las movilizaciones no tienen convocatoria”, aseguró.
Indiana describió que su familia becesita “la justicia para poder atravesar este duelo; necesitamos la justicia para sanar un poco más”. Acerca de la investigación para dar con los culpables, expresó: “No sé qué pasa, porque la evidencia está, las pruebas están. El crimen perfecto no existe y para mi es impensado que con toda la evidencia que hay, no tengan ni siquiera un nombre”.
“Estos asesinos están dando vueltas, pueden estar acá afuera o en cualquier barrio. Si la gente logra comprender eso, tiene que entender que es terrible”, señaló.
Una niña en la escena del crimen
Indiana contó cómo trata de explicarle a su pequeña hija lo que sucedió: “Me preparo con mucha terapia, con mucha asistencia psicológica y psiquiátrica para poder estar en equilibrio, porque si yo no estoy bien no puedo sostener a una nena chiquita”, relató.
“Malena sabe que su papá está en el cielo, que está con los angelitos, sabe y reconoce que no puede volver. Porque al principio ella decía «bueno, papá está con los angelitos pero cuándo viene», su cabeza no está preparada para entender un montón de situaciones”, amplió luego.
La mamá de Malena afirmó que “ella lo vio caerse al piso, lo vio lleno de sangre, me vio a mi gritar pidiendo ayuda. Ella tiene recuerdos, pero yo no le doy más información de la que ella me pide”.
“Yo voy día por día, paso a paso. Yo ahora estoy como un poco más robotizada, estoy sobreviviendo. Toda la familia, todos lo que atravesamos esto, estamos blindados porque si no, no podemos respirar, no podemos seguir”, explicó.
Sin bisagra
“Yo creí que el caso de Joaquín iba a ser un caso bisagra, pero la verdad que fue una mojada de oreja para todos. Cada vez hay más casos, yo ya pierdo la cuenta. No puedo procesar todavía la muerte de Joaquín, yo hago lo que me sale y lo llevo como puedo”, advirtió Indiana.
La mujer resaltó que “la bala mata más, se lleva puesta mucho más que a la vista. Hace un mes y medio se llevó puesto a mi papá, que murió de un infarto porque no pudo soportar la muerte de Joaquín, lo quería como a un hijo”. Y añadió que “es muy difícil estar todo el día levantando escombros y barriendo, hay días que no se puede”.
“Yo todos los días me tengo que levantar para sostener a un niña y también para sostenerme a mi”, destacó Indiana.
“Sigo viviendo en la misma casa y la verdad que vivo aterrada. Arroyito se convirtió en un barrio invivible; antes era muy lindo”, aseguró.
Y cerró: “Esto hoy me pasa a mi, pero le puede pasar a cualquiera. Por eso les pido que se solidaricen con nosotros y que nos ayuden para esclarecer el crimen de Joaquín”.