El secretario de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman, negó que se haya habilitado la importación de residuos como denunciaron ambientalistas que advirtieron que Argentina se convertirá en el “basurero del mundo” y adjudicó intencionalidad política a las críticas en ese sentido, a las que vinculó con el dirigente kirchnerista Juan Grabois.
“No es cierto que se habilitó la importación de residuos”, afirmó tajante Bergman en el programa Radiópolis de Radio 2, al tiempo que explicó que lo que se hizo es “actualizar una norma de 1992 para poder importar insumos de la producción industrial”. Eso, agregó, no “no perjudica la salud de la población ni el medio ambiente porque sigue prohibida la importación de residuos peligrosos”.
El funcionario advirtió que lo que se hizo es flexibilizar el ingreso de ciertos materiales que usa la industria y que en el país no hay o no en cantidad suficiente. Algunos ejemplos son el scrap de aluminio, para la industria automotriz, el caucho de cierta granulometría o la chatarra.
“No son residuos sino residuos procesados para ser insumos industriales”, insistió.
Lo que se puede ingresa son, señaló, “productos que tengan una demanda específica de la industria nacional y que no tengan impacto sobre la salud de la prohibición o sobre el ambiente”.
“No son residuos sólidos urbanos, no se abolió la prohibición de importar residuos peligrosos”, remarcó.
También mencionó que son insumos que no se consiguen en el país por la falta de procesamiento tecnológico de residuos que en estado crudo no pueden ser utilizados como insumos.
Sobre las críticas, dijo que están formuladas con un “sesgo ideológico y sin solvencia técnica” y que Juan Grabois, el dirigente que esta semana llamó a hacer una reforma agraria con expropiación de tierras, es quien está detrás de ellas.