Una sangrienta tradición religiosa tiene lugar en una localidad mexicana, en la cual, los fieles beben la sangre que emana de un toro agonizante. Para los participantes, lo que emana de la herida es como “agua bendita”. La oposición del Vaticano.
El sitio RT.com publicó un video de alto impacto. Se trata de imágenes de una particular ceremonia religiosa en la localidad mexicana de Mochitlán (estado de Guerrero), donde se acostumbra a rendirle homenaje a Santa Ana, la madre de la Virgen María, bebiendo sangre de toros vivos cada 26 de julio.
El material audiovisual publicado hoy por la agencia Ruptly muestra cómo los vecinos del lugar corren y montan al toro, arrastrándolo después con las patas atadas para, finalmente, infligirle una profunda punzada en el vientre. A continuación, recogen la sangre que brota de la herida con ayuda de un cuenco y la ofrecen en vasos a mayores y niños, que presencian todo el proceso.
"Se dice que si la tomas, es como si tomaras agua bendita" porque "al toro ya lo pasaron a la iglesia y lo presentaron ante la abuelita Santa Ana", explica Eduardo Reyes, uno de los participantes en la celebración.
Mientras tanto, las autoridades locales reconocen que la ceremonia es motivo de controversia. No en vano, Giovanni Jiménez Mendoza, el alcalde de Mochitlán, cuenta que llegó una carta del Vaticano dirigida al sacerdote en la que pedía que se prohibiera la ceremonia, a lo que se negaron porque es "una tradición de hace muchísimos años atrás".