Expertos afirmaron que la Luna estuvo una vez cubierta por un mar de lava hirviente y descubrieron nueva evidencia que apoya la antigua teoría de que se formó después de que un antiguo planeta se estrellara contra la Tierra. La nueva evidencia llegó por medio de Pragyan, un rover enviado a peinar la superficie de la Luna como parte de la misión Chandrayaan-3 de la India.

Pragyan está en el polo sur de la Luna para recoger muestras de suelo y recopilar información sobre la atmósfera del satélite. Gracias al pequeño rover, los científicos descubrieron pistas sobre la historia del satélite natural más cercano a la Tierra.

Un artículo publicado en la revista especializada Nature, detalló los resultados de un análisis de datos de muestras de suelo, que respalda las teorías de que la superficie de la Luna se fundió poco después de su formación. Los científicos examinaron los datos de radiación enviados desde el espectrómetro de rayos X de partículas alfa del rover, el cual transmitió información sobre la composición del regolito de la luna, una capa de roca suelta y polvo que descansa sobre el lecho rocoso.

Las 23 muestras estaban compuestas principalmente de una roca blanca llamada anortosita ferrosa. Los datos de los sensores de otros proyectos detectaron el mismo material en zonas como el ecuador y las latitudes medias. Los investigadores consideran que esto es una prueba de que existe una capa uniforme de material que cubre el cuerpo celeste. Esto también da peso a las teorías de que toda la superficie de la luna estuvo cubierta por magma burbujeante poco después de su formación.

La misma teoría propone que la Luna se formó cuando un objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra, arrojando escombros al espacio. El material se unió para formar la Luna. Como el impacto habría generado una cantidad considerable, esto explicaría el llamado "océano de magma".

La teoría también explica por qué muchas rocas lunares tienen una composición similar a las de la Tierra. Los científicos creen que el océano de magma existió durante cientos de millones de años, pero luego se enfrió y cristalizó, formando anortosita ferrosa. La teoría fue ideada después de que regresaran muestras de la misión Apolo 11 en 1969.

Si bien el suelo estaba compuesto principalmente de roca basáltica oscura, similar al material producido por los volcanes en la Tierra, también contenía fragmentos de lo que más tarde se denominó anortosita ferrosa. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la roca blanca representaba pequeños fragmentos de la corteza antigua. A medida que el magma se enfriaba, los minerales más densos se hundían y formaban una capa más profunda llamada manto. La anortosita ferrosa, al ser menos densa, se desplazaba hacia la superficie.

La composición medida en el último estudio no es anortosita ferrosa pura. De hecho, contiene más magnesio del esperado. Los autores creen que sus mediciones pueden representar una mezcla de material de la corteza antigua y la capa de roca subyacente. Estas diferentes capas se habrían mezclado durante la formación de cráteres de impacto, a medida que objetos como asteroides y meteoritos golpeaban la Luna a lo largo de su historia .