Una misteriosa pintura rupestre en Sudáfrica representa una criatura prehistórica que vivió junto a los dinosaurios hace unos 250 millones de años. Sin embargo, esto no prueba que los humanos y los dinosaurios también vivieran juntos en el pasado. Los reptiles gigantes se extinguieron hacia el final del período Cretácico, unos 60 millones de años antes de la aparición de nuestros primeros antepasados. 

Según publicó el medio británico Express, un nuevo artículo científico afirma con seguridad que una pintura llamada "Serpiente Cornuda", encontrada en una cueva en las montañas Koesberg de Sudáfrica, representa a un animal que se extinguió antes de los dinosaurios, hace unos 260 millones de años. El artículo, de Julien Benoit, afirma: "El panel de la serpiente cornuda fue pintado hace al menos doscientos años", pese a que el animal vivió hace millones de años en la Tierra.

Los investigadores estiman que la pintura fue creada por el pueblo indígena San, que se cree que es una de las culturas más antiguas de la Tierra, habiendo vivido en el sur de África durante al menos los últimos 20.000 años. A pesar de la antigüedad de esta cultura de cazadores-recolectores, se cree que la pintura de la "Serpiente Cornuda" tiene solo unos 200 años. El artículo científico afirma que el artista se inspiró en los abundantes fósiles de una extraña criatura llamada dicinodonte, que se puede encontrar en la zona.

Los dicinodontes eran reptiles parecidos a mamíferos que tenían el tamaño de una oveja y dos colmillos pronunciados que apuntaban hacia abajo. Se parecen mucho a la "serpiente cornuda" representada en las cuevas de la región de Karoo, al noreste de Ciudad del Cabo.

Ningún otro animal encontrado en la región hoy en día tiene estas características distintivas. Los científicos no caracterizaron a los dicinodontos hasta 1845, al menos una década después de que se pintara la Serpiente Cornuda. En consecuencia, parece que la existencia de este animal extinto hace mucho tiempo fue descubierta y reconocida por primera vez por la población indígena, y no por científicos y académicos. Los arqueólogos ahora creen que los san habrían integrad. los fósiles en sus sistemas de creencias.