En las cárceles de la provincia de Santa Fe se ha desatado en este último tiempo una especie de “guerra” silenciosa de credos. Desde la Pastoral Carcelaria Católica denunciaron “serias dificultades para el ingreso y desarrollo de su actividad en algunas cárceles” y apuntaron contra los pastores evangélicos.
Según detallaron, a partir de la decisión del gobierno provincial de eliminar la figura del capellán de la ley orgánica del Servicio Penitenciario, se dio un avance de los sectores evangélicos en detrimento del culto católico. De hecho, aseguraron que tienen prohibido el ingreso a los llamados “pabellones iglesia”.
“Los internos que son alojados allí no tienen la libertad de vivir su fe. La Pastoral Carcelaria Católica tiene prohibido el acceso a esos pabellones por parte de los pastores evangélicos, y de esa manera los presos católicos no pueden recibir asistencia espiritual acorde a la fe que profesan”, detallaron.
Además, explicaron que la iglesia Católica no cuenta con pabellones confesionales como los denominados “pabellones iglesia”, también conocidos como “evangélicos” por lo que la decisión de no dejarlos ingresar allí manifiesta un “flagrante atropello al derecho humano fundamental de la libertad religiosa”.
El temor que plantean desde la Pastoral es que, con la eliminación de la figura del Capellán, cada vez les resulte más difícil poder llevar adelante el trabajo carcelario. “Queremos saber cómo y quién nos garantizará el libre acceso de la Pastoral Carcelaria Católica en las unidades penales de la provincia. Cómo y quién nos garantizará el trabajo que desarrollamos en las cárceles (ya sea con presos o con agentes del Servicio Penitenciario) tales como talleres artísticos y laborales, cursos, por ejemplo”, reclamaron.
“Lejos está el Capellán de ser una «figura del pasado». Es una presencia activa en el ámbito carcelario que no actúa solo, sino en compañía de los numerosos voluntarios que desde las distintas comunidades católicas visitan y asisten a los detenidos y sus familias, así como también a los miembros del Servicio Penitenciario, necesitados también de reconocimiento y contención”, agregaron los obispos y sacerdotes con trabajo carcelario.
Este conflicto silencioso fue puesto en evidencia este jueves en la sesión de la Cámara de Diputados de Santa Fe. La diputada Natalia Armas Belavi intentó presentar un proyecto de comunicación en el recinto, algo que fue bloqueado por los legisladores evangélicos.
En sintonía con el reclamo de la pastoral, el escrito de Armas Belavi solicitaba al Ejecutivo que garantice y asegure la asistencia espiritual dentro de las unidades penitenciarias de Santa Fe “acorde a la fe que profesan, respetándose el derecho humano fundamental a la libertad religiosa, evitándose cualquier tipo de obstrucción formal o material que lo impida”.
También solicita que se permita el “acceso de parte de los capellanes religiosos y/o agentes de la Pastoral Carcelaria Católica y/o fieles de buena voluntad, a todos los pabellones pertenecientes a las unidades penitenciarias, vedándose específicamente cualquier restricción y/o exclusión y/o discriminación que pudiera existir en los denominados «pabellones iglesia» o «pabellones evangélicos»”.