Cada 8 de agosto se conmemora el Día Internacional del Gato. La efeméride fue establecida en 2002 por el Fondo internacional para el bienestar animal (Ifaw por sus siglas en inglés) con el objetivo de concientizar sobre los derechos de los animales. Pero… ¿Cuáles son las historias que hay detrás de los dichos, frases y palabras con los felinos como protagonistas?
Para eso, como lo hace todos los martes al aire de Antes de salir (El Tres), Charlie López —docente, escritor e historiador—, repasó el origen de las frases sobre gatos que forman parte de nuestras conversaciones cotidianas.
“Acá hay gato encerrado” es uno de los dichos más repetidos, pero ¿de dónde viene la expresión?
“Para encontrar su origen tenemos que ir a la España del siglo XV, cuando se confeccionaban bolsos y monederos con la piel de los felinos. Eran bolsos donde la gente guardaba pequeños objetos de valor como monedas, oro y joyas”, empezó.
En la misma línea, contó que esos bolsitos se llamaban gatos y que “se hicieron muy populares”. “Era fácil de ocultar entre la ropa y además en lugares recónditos de las casas”, explicó.
Y agregó: “Cuando los ladrones hacían inteligencia y uno le quería hacer saber a un secuaz que alguien tenía dinero, le decía «ahí hay gato encerrado», es decir, que llevaba un objeto de valor, misterioso o que no se podía ver con claridad”.
Otro de los enunciados que se escucha a diario es que “los gatos tienen siete vidas”. En ese sentido, Charlie, autor del libro De dónde vienen, explicó: “Se dice que tienen siete vidas por dos razones”.
Una de ellas, según detalló, se remite a los antiguos egipcios, que consideraban al gato un animal sagrado. “Creía que se reencarnaban y después de siete reencarnaciones se transformaron en humanos”.
“A eso se le sumó el hecho de que la gente observó que los gatos salían ilesos de situaciones en las que otros animales se hubieran muerto. Es que los gatos siempre caen parados por su flexible columna vertebral”, explayó.
Entre risas, resaltó que a diferencia de Sudamérica, “en Inglaterra o Estados Unidos, los gatos tienen nueve vidas. “El gato sudaca tiene menos”, agregó.
“Dar gato por liebre” también tiene su historia. “Tenemos que irnos a la España medieval cuando las fondas y las posadas ofrecían platos cuyo ingrediente principal era la liebre, una carne muy codiciada”, señaló.
De acuerdo a eso, López contó que algunos engañaban a los comensales y, en vez de darles liebre, les ponían gato en los platos. “Reemplazar un servicio o producto por otro que es más barato o de menor calidad que el acordado. Eso significa”, repasó.
Además, según dijo, en aquel momento se popularizó un conjuro para saber si era gato o liebre. “Si eres cabrito mantente frito, si eres gato salta del plato”, recordó.