Guillermo Francos lanzó una advertencia en caso de que el Congreso insista con aprobar la nueva reforma jubilatoria que obtuvo media sanción en Diputados. “Claramente, lo que va a hacer el gobierno nacional es cortar otras partidas para poder financiar lo que salga en esa ley”, sostuvo tras resaltar que no hay posibilidad de afrontar ese gasto.
El jefe de Gabinete ratificó la decisión del Presidente de vetar la reforma que permita recuperar los ingresos que fueron licuados por la inflación desde diciembre del año pasado, si el Senado la convierte en ley. “Me importa tres carajos”, había dicho el primer mandatario, quien calificó públicamente a los legisladores que apoyaron la medida como “degenerados fiscales”.
Más allá de un eventual veto, el Congreso tiene la potestad de ratificarla con los dos tercios de los votos de ambas cámaras, un número que algunos se animan a decir que pueden conseguirlo, publicó hoy Infobae.
Ante eso, en las últimas horas el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ratificó la decisión del Presidente de vetar el proyecto. “Aunque los Diputados quisieran insistir con los dos tercios de los votos, el Gobierno tiene claro que esto de ninguna manera va a impactar la decisión firme del Presidente de mantener el déficit cero”, manifestó.
Enseguida, en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann en LN+, explicó cómo afrontarán el pago de esa nueva fórmula jubilatoria: “Si esto sucediera, lo que dicen algunos diputados que puede suceder de insistir con los dos tercios ante un veto del Presidente, claramente lo que va a hacer el Gobierno nacional es cortar otras partidas para poder financiar lo que salga en esa ley”, sostuvo, y advirtió que habrá “recortes de todo tipo”.
“No hay ninguna posibilidad de que el gobierno pueda cubrir el gasto que significa ese incremento, porque no tiene los recursos”, insistió esta mañana en declaraciones a Radio Continental.
La reforma
El texto consensuado, que fue aprobado con 162 votos a favor y 72 en contra, propone una actualización mensual en base al último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, se incluirá una compensación extra -o “empalme”- con un 8,1%, dado que el Gobierno otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero (mes que queda fuera de la actualización).
Cómo funciona el veto presidencial
El veto presidencial es una facultad del Poder Ejecutivo -que fue utilizada por todos los presidentes desde la vuelta de la democracia- pero no necesariamente significa que una ley no pueda ser aprobada, explica Infobae.
La norma establece que el Presidente tiene la facultad de vetar total o parcialmente una ley, y si eso sucede regresa a la Cámara de origen, donde será considerado primero y luego pasará nuevamente a la Cámara revisora. Si ambas insisten en su sanción, se podría ratificar el proyecto inicial.
La única restricción que aplica es que, sin importar si fue aprobada por mayoría simple -la mitad más uno-, en el proceso de revisión deberá ser ratificada en ambas cámaras por los dos tercios de los votos, es decir, una mayoría especial.
Si el Congreso de la Nación define a través del voto de los dos tercios insistir con la norma, el Poder Ejecutivo nacional deberá aceptarla y reglamentarla en el plazo que establece la normativa vigente.
Para obtener los dos tercios de la Cámara de Diputados hacen falta 177 de los 257 legisladores. El bloque de La Libertad Avanza cuenta con 38 diputados, a los que se le suman 37 del PRO, 3 del bloque Independencia y otros 3 del MID, dos de Producción y Trabajo y otro número igual de Buenos Aires Libre.
En total, tiene una base de 85 votos a favor sin sumar otros provinciales, lo que dejaría al resto con 172 legisladores.
Desde la vuelta de la democracia, el veto presidencial se utilizó 390 veces. Raúl Alfonsín lo hizo en 49 oportunidades, Carlos Menem 195, Fernando De la Rúa 46, Eduardo Duhalde 37, Néstor Kirchner 38, Cristina Fernández de Kirchner 16, Mauricio Macri 8, Alberto Fernández solo una. De este total, en 39 ocasiones las normas fueron ratificadas por el Congreso de la Nación.