Finalmente, la empresa que tiene el contrato de refacción del Monumento a la Bandera de Rosario confirmó que no continuará con las obras por la falta de pagos, Dyscon S.A consensuó con la Inspección de Obra, a cargo de personal técnico de la secretaría de Obras Públicas (ex ministerio de Obras Públicas de la Nación) la “neutralización” de los plazos, pero reafirmó su compromiso de realizarlas eventualmente y de buscar, en el mientras tanto, “soluciones para todas las partes”.
Ya la semana pasada la empresa había avisado que si en marzo no llegaban los fondos, se iban a detener las obras de puesta en valor del Monumento. El gobierno nacional adeuda unos 400 millones de pesos por trabajos ya realizados.
“La neutralización de plazos de una obra –explicaron desde Dyscon– es una alternativa existente en contratos de obra pública que se puede dar por diferentes motivos, como técnicos (imposibilidad técnica de ejecutar un tipo de obra, faltantes de materiales irremplazables en la misma, falta de defunciones referidas a cambios proyectuales, etc.) o contractuales (falta de recursos económicos), entre otros. En esta oportunidad, los motivos que llevaron a tomar la decisión están basados en el atraso en los pagos”.
Precisaron que “el último certificado abonado a la empresa corresponde a agosto de 2023 (a valores de abril de ese año)” y que también hay “atraso en las redeterminaciones de los certificados ya aprobados: la última aprobada corresponde al mes de abril de 2023”. “Cabe destacar que esto significa que a la empresa le están abonando con precios de hace 11 meses atrás”, resaltaron.
Con todo, la empresa reiteró su compromiso de ejecutar correctamente la obra y finalizarla y seguir trabajando “en la elaboración de posibles soluciones para ambas partes, que permitan superar esta lamentable situación”.
La puesta en valor del Monumento, el máximo símbolo de la ciudad, es un anhelo de larga data y una historia llena de obstáculos. La restauración fue anunciada en junio de 2015 por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en los meses finales de su segundo mandato en el Ejecutivo nacional y cuando Mauricio Macri todavía no había sido electo. Desde entonces se desplegó una cronología de promesas, anuncios y abandonos que, casi diez años después llegaron a este punto “neutral”.