José Luis Espert, diputado nacional de Avanza Libertad, designado este jueves al frente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, brindó declaraciones en relación a los temas más relevantes de la agenda política y económica nacional en las que defendió la denominada Ley ómnibus y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei a pesar de que se expresó en contra del cobro de retenciones. También se refirió al comercio y a los alcances del Estado. Criticó a la CGT por el paro del 24 de enero: “Son unos cararotas”, señaló.

Espert mantuvo un diálogo periodístico con De boca en boca (Radio 2) de cara al tratamiento legislativo de la denominada Ley ómnibus en los próximos días. “Diría que salvo el kirchnerismo y la colectora berreta del kirchenerismo que es la izquierda que se opone a todo lo que le hace bien a la gente, el resto de la cámara está con una actitud muy constructiva. Hay intención de avanzar la semana que viene se va a trabajar fuertemente en el proyecto de ley”, aseguró.

La política ha comprendido que la sociedad ha girado desde 2019 de a poquito, a un lugar de sensatez. No estamos más discutiendo sobre un círculo cuadrado porque con el kirchnerismo se han discutido cosas delirantes. Ahora, estamos discutiendo cosas que tienen que ver con la vida diaria de la gente”, observó.

En relación a la declaraciones del presidente Javier Milei sobre la necesidad de esperar unos 15 años para experimentar resultados del ajuste, el legislador manifestó: “Si todo sale dentro de los límites racionales de la ley y el DNU, si se hacen esas reformas, hay esperanza y luz al final del túnel. Vienen 3 meses, enero, febrero y marzo de inflación, muy complicados, vamos a tener entre 20 y 30 por ciento de inflación, hay que ver si la gente aguanta tanta inflación”, lanzó. Luego, celebró el “ajuste a la política” que ha hecho Milei en sus pocos días de gestión.

“Los justos van a pagar parte del ajuste, pero es la parte crítica para bajar la inflación, no tengo la menor duda. Después de un purgatorio viene la luz al final del tunel, un tren que no viene de frente sino que es el tren de la esperanza”, agregó y advirtió: “Si no vamos por este camino que se inició en 2019 con mi candidatura a presidente, vamos a ser Venezuela o Cuba”.

Sobre las políticas encaradas con relación al comercio, Espert indicó: “Hay que pensar a Argentina como una pyme y por lo tanto, todas las leyes económicas tienen que ser pensadas para pymes.

Los problemas no han sido por excesiva apertura sino por un dólar baratisimo que permitió que entre cualquier chuchería. A la industria hay que protegerla con dólar y leyes laborales flexibles y baja presión impositiva, eso requiere reformas. Si el comercio hubiese sido abierto, estaríamos en Estados Unidos o Inglaterra”.

Y destacó: “La fuente de la miseria es un dólar regalado, un estado elefantiásico, un Baradel en la educación pero la competencia nunca es mala”. En ese sentido, amplió: “Ninguna privatización de los 90' trajo problemas, el desastre fue la restatización de los Kirchner. El Estado tiene que dejar de ser empresario y dedicarse a la seguridad, la salud, la educación, la Justicia y la diplomacia”:

Consultado sobre las retenciones en suba al agro que propone el gobierno nacional, el ex candidato a presidente, analizó: “El ingreso de divisas de cosechas es de los laburantes del campo, no del Estado argentino ni del Banco Central. Las divisas son de aquel que generó la soja, el maíz, el trigo,el turismo, el que explotó tecnología, del que laburó y exportó”. “El Estado –amplió–tendrá derecho de cobrar mal un impuesto que deberíamos eliminar que es el de la retención de las exportaciones”.

Y reiteró: “Los dólares son son de los que hicieron el esfuerzo y pueden hacer lo que quieran con ellos. Si Argentina genera las condiciones, esos dólares se quedarán acá. No tienen obligación de traerlos aca, nosotros los politicos tenemos que hacer las cosas bien para que los dejen y el Estado tiene el derecho a cobrar algunos impuestos”.

En ese marco, se refirió a las retenciones: “No deberían existir, pero es diferente al aumento de (Axel) Kicillof en Buenos Aires. El aumento del Gobierno es transitorio, es diferente al inmobiliario rural que propuso este demente. Ahora es para reducir el déficit fiscal y terminar con la emisión monetaria y la inflación”.

“Los países ricos y civilizados en los que nos encantaría vivir tienen un sistema impositivo de tres impuestos a los ingresos, al consumo y al patrimonio, nada de retenciones, ni impuesto al cheque, a los bienes personales ni ingresos brutos. Acá el delirio son todos los impuestos de los que se habla poco”, comentó.

A continuación, expresó a modo de análisis: “Somos pobres como consecuencia del sistema que funciona mal y que estamos tratando de cambiar. Nos ha empobrecido el sistema que destruyó la educación, la cultura del trabajo y la autoestima”. Y concluyó: “El individuo tiene que volver al trono de la política, el hombre es lo primero. Y nadie ama a su patria si se caga de hambre”.

Por último, tras ser consultado acerca del paro general del 24 de enero, apuntó a los dirigentes de la CGT: “Son unos cararotas. A Fernández no le hicieron un solo paro y nunca hicieron un paro tan rápido por motivo preventivo”.