Las pintadas sobre el frente de un edificio céntrico y la fogata encendida por un grupo de personas que obligó al corte de tránsito en Laprida al 1100 el lunes a la noche tiene un transfondo de irregularidades más o menos graves. En principio, el escrache fue motivado por la denuncia de abuso sexual a una niña que habría sido cometido en ese lugar por uno de sus habitantes. Además, se conoció que el edificio funciona como una pensión a pesar de ser un hogar de tránsito y su regenteador se haría pasar como sacerdote.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), Ángela confirmó que el miércoles pasado radicó en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) una denuncia por abuso sexual contra su hija de 8 años.
"Mi hija me contó que este hombre, Oscar, la manoseaba, le hacía cosas”, sostuvo. La nena, según contó su madre, suele visitar a su papá que vive en el inmueble. El acusado es vecino de habitación.
El nombre de supuesto abusador quedó escrito en la pared. También el de Alberto, quien sería el encargado de la pensión. Ambos fueron expuestos durante la manifestación por familiares de la niña. “Alberto no quiere decir nada y sabemos que se comunica con Oscar por celular. Dejó sus cosas en la pensión”, explicó en relación a la supuesta “connivencia” entre los dos hombres.
“Alberto se fue de viaje a un retiro espiritual”, comentó en relación al otro “escrachado”. “Una de mis tías se equivocó y escribió Alberto violador en vez de Oscar y le dijimos que estaba mal. Sé que Alberto no es sacerdote pero se hace pasar por sacerdote, este es un lugar para madres solteras pero hay gente viviendo ahí y tiene que pagar para quedarse”, apuntó sobre las irregularidades que fueron expuestas durante el programa radial. Es que el inmueble, formalmente el hogar de la Virgen de la Medalla Milagrosa, es en la práctica una pensión con habitaciones en alquiler. Incluso, se conoció que fue clausurado por la Municipalidad de Rosario pero la inhabilitación fue desatendida.
Ángela advirtió que Oscar sigue sin aparecer a pesar de que ella misma fue a buscarlo a Villa Gobernador Gálvez a un frigorífico del cual era empleado y habría sido despedido. “Quiero que se haga Justicia y que este hombre vaya a la cárcel”, sostuvo y mencionó que su nena está muy afectada: “Está rara, se queda mirando a la nada y no quiere que la abracen”, indicó.