El fiscal federal Federico Reynares Solari consideró que “la Justicia es más fácil que actúe cuando vienen acusados chicos de barrios menos favorecidos que tienen defensor oficial” y aseguró que "cuando vienen los que viven entre los bulevares y los defienden prestigiosos abogados hay una parafernalia que uno se la tiene que bancar". La fuerte declaración fue hecha al responder sobre la suspensión de juicio a prueba de la corredora inmobiliaria Melisa Cecilia Montes, quien deberá hacer tareas comunitarias en Cáritas Rosario y pagar 230 mil pesos por haber lavado dinero a Mario Roberto Segovia, condenado como el “Rey de la efedrina”.
“Hay una cuestión previa a la dificultad de investigar el lavado, que es la voluntad de hacerlo, la decisión institucional de involucrarse. Por eso, desde el 6 de mayo que se aplicó el nuevo sistema (acusatorio) nos pusieron a cargo de una unidad fiscal de causas complejas. Nosotros vamos a reclamar el juzgamiento de todas las causas por lavado. Acabamos de lograr que la Justicia federal aceptara la competencia de la causa de Esteban Alvarado (por venta de autos que eran adulterados)”, dijo en un extenso diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2).
Para el funcionario del Ministerio Público Fiscal, en la Justicia federal local “hubo desidia institucional” y una muestra de eso fue la probation de Montes. “Había en la Justicia federal un paradigma de que éramos una Justicia de excepción, que nos ocupábamos de casos excepcionales. Pero Rosario es una excepción hace mucho tiempo, en parte por las consecuencias de no haber tenido la visión institucional por malos manejos en causas de lavado”, añadió.
“En la causa Los Patrones (donde Los Monos fueron condenados por primera vez por narcotráfico), las multas económicas eran de 1991. Tenemos que trabajar para que los montos sean de valor histórico”, resaltó.
Reynares Solari también realizó una dura autocrítica: “La Justicia siempre es más fácil que actúe cuando vienen acusados chicos de barrios menos favorecidos que tienen defensor oficial. Cuando vienen los que viven entre los bulevares y los defienden prestigiosos abogados hay una parafernalia que uno se la tiene que bancar. Los jueces están acostumbrados a tener en el banquillo de los acusados a gente que no percibe como par, que no se la cruza llevando al chico al colegio, en el club o cuando sale a comer”.
Para el fiscal, Montes no fue considerada como una “otra” para quienes la acusaron. “Es gente que trabaja en la cotidianeidad en Rosario, que suele salir en los diarios y en los portales de noticias”, concluyó.
“También digo que una buena investigación de lavado, un buen dispositivo de lavado, permite separar la paja del trigo. Tiene que ser algo que los colegios empresarios vean como una virtud y no como un palo en la rueda para las inversiones”, finalizó.