Trabajadores del Cemar y de la Maternidad Martin de Rosario expresaron su malestar este lunes porque desde hace varios días no funciona el sistema de refrigeración central, un problema que se sintió especialmente en las últimas jornadas por las temperaturas agobiantes en la región.
Autoridades de la Secretaría de Salud local aseguraron que el desperfecto se extiende a áreas administrativas y consultorios externos pero garantizaron refrigeración en áreas críticas.
En diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2), una enfermera dijo que “hace varios días no funciona el sistema de refrigeración y es un problema que se podía haber previsto porque no andaba bien desde hace un tiempo”.
“Ahora se terminó de romper y nos dijeron que no se puede arreglar tan fácil, que el presupuesto se pide a Buenos Aires y tarda dos semanas más”, dijo la trabajadora de la salud.
Juan Becerra, director de Servicio de Salud de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario, explicó a Rosario3 que se trata de un “problema técnico que afecta al software de la refrigeración central”.
Agregó que no se trata de un equipo de aire acondicionado –no recomendado en el contexto de la pandemia– sino de un sistema centralizado que permite la renovación y circulación del aire.
El funcionario detalló que en el Cemar se vieron afectadas Odontología, áreas administrativas y consultorios externos.
En cambio, neonatología, salas de parto, quirófanos, dependencias del Sies y otras áreas críticas del edificio de San Luis y Moreno, tienen refrigeración.
En la Maternidad Martin falta refrigeración en preparto e internación pero se encontró una solución para las áreas de preparación y quirófanos, detalló Becerra.
“Se estuvo trabajando todo el fin de semana pero no se pudo lograr una solución desde la Secretaría porque es un problema de software. La empresa que debe repararlo es de Buenos Aires y sus técnico se comprometió a viajar el miércoles o a más tardar el jueves a la mañana”, añadió el director municipal.
Finalmente, dijo que el inconveniente generó malestar entre personas internadas y trabajadores aunque consiguieron de emergencia turbos y ventiladores de pie para soportar las altas temperaturas de las últimas jornadas.