Después de un largo silencio, el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, defendió su accionar en medio del brote de dengue más importante de Argentina y respondió a las críticas: “Confunden trabajar con perfil bajo con inacción”.
“Creo que existe una mala interpretación de lo que es la acción o la inacción en esta nueva etapa de la Argentina. Desde mi cartera, visualizamos y diseñamos un ministerio con una función rectora, no con una función de prestador de servicios”, dijo el ministro sobre la crisis epidemiológica.
Según el último reporte del Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va de la temporada 2023/2024 se registraron 129 muertes y 180.529 casos de dengue, seis veces más que el año pasado.
La incidencia acumulada hasta el momento para el total país es de 384 casos cada cien mil habitantes. En el mismo período, 398 casos fueron clasificados como dengue grave y la enfermedad mostró una letalidad del 0,071%.
En una entrevista con Infobae y ante la ausencia de campañas de prevención (y de repelente), además de la polémica por la vacunación, Russo explicó cuál es el trabajo que hace como ministro: “Estamos muy concentrados en la vigilancia epidemiológica muy específica, porque somos los responsables de determinar cuáles son los serotipos que están circulando a través de 33 lugares vigías, esa información nosotros se la transmitimos a las provincias. Hemos hecho una reunión con 22 ministros de las 24 jurisdicciones que asistieron a la reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa)”.
“En ese lugar discutimos las estrategias, nos pusimos de acuerdo en que lo fundamental es la prevención y el control del mosquito vector, porque sin mosquitos no hay dengue. Y teniendo en cuenta que el manejo integral está asociado al descacharrado, la eliminación de los huevos del Aedes aegypti durante todo el año”, agregó el médico cardiólogo.
“El ministerio –siguió– ejerce una especie de rectoría, junto con la OPS, la CoNain y los expertos que nosotros hemos convocado. Estamos inmersos en un brote que no solo afecta a Argentina, que afecta fundamentalmente a América del Sur. De hecho, nuestro país representa el 3,4% de los pacientes infectados en la región. Estamos convencidos sobre redefinir las competencias de cada una de las jurisdicciones, tenemos que ejercer esa autoridad, tener el tablero de control de qué es lo que está pasando en tiempo real y tenemos que seguir interactuando con las organizaciones que más saben de este tipo de de enfermedades que son la OPS y la OMS".
“Muchas veces, se mezclan el modo de comunicar las cosas con la inacción. A mí no me interesa dar una conferencia con 25 infectólogos o que me saquen una foto en un barrio vulnerable descacharrando. Creo que lo que suma (como estrategia) es que bajemos un lineamiento concreto, que hablemos con los responsables de salud de las provincias, y que ellos a su vez hablen con los responsables municipales, ésa es la forma de trabajar. El resto es una mirada de cómo se comunica. Pero créame que desde el día que llegamos acá estamos ocupados en el tema dengue”, aseguró.
Sin vacunación
El ministro habló sobre la vacuna de Takeda y dijo que "ha demostrado seguridad y eficacia en un grupo de pacientes que han sido los estudiados en una Fase III en 20.000 pacientes".
"Recién esa vacuna está empezando a recorrer un capítulo en la Fase IV, en el mundo real. Por eso, necesitamos recabar la información de qué es lo que ha ocurrido con los pacientes que han sido vacunados en un brote en el mundo real para sacar las conclusiones y terminar de definir cuál es el grupo etario a vacunar y cuáles son las regiones a vacunar. Probablemente sea en las regiones endémicas, pero todavía necesitamos información", abundó.
"Lo que corresponde –aclaró– es que tomemos este tema con seriedad y con solidez científica, porque en definitiva somos los que vamos a determinar el calendario de vacunación. Entendemos la ansiedad, pero necesitamos todavía unos meses para recibir esa información y a partir de ahí tomar una decisión en forma conjunta con la CoNain y con la OPS".
Sin embargo, el ministro dijo que la vacuna contra el dengue no entrará al Calendario Nacional de Vacunación. "Lo que sí se está evaluando es la aplicación de la vacuna de forma segmentada y por regiones. Y falta determinar cuál es el grupo etario que se va a vacunar", señaló.
"Hay que recordar que la vacuna (Qdenga) está aprobada por la reguladora local ANMAT, no es una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote. La adopción de la vacunación como estrategia de salud conlleva una enorme responsabilidad y no puede quedar sometida al interés de determinados sectores que desinforman y generan preocupación", agregó.
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