El Observatorio Mujeres, Disidencias, Derechos de MuMaLá y Libres y Diverses presentó su informe sobre Crímenes y Ataques de Odio, Trans/Travesticidios y Ataques en el Espacio Público en 2023.
En el desagregado del relevamiento sobre violencias contra la comunidad LGBTIQNB+ se indica que, en lo que va del año, se registraron cuatro ataques de odio, dos crímenes de odio, tres intentos de trans-travesticidios, tres trans-travesticidios, cinco trans-travesticidios sociales y siete ataques al espacio público.
Los datos obtenidos por MuMaLá surgen partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos del país, buscadores y sistema de alertas, y del seguimiento de organizaciones y portales especializados en género, feminismo y DDHH, y policiales/forense, se detalla sobre el relevamiento “con perspectiva feminista, disidente, interseccional y federal”.
Entre los ataques de odio, la edad promedio de las víctimas fue de 31 años, dos de ellas eran mujeres trans, un varón cis homosexual y un trans no binarie. En todos los casos medió violencia física y se necesitó atención médica. Además, hubo violencia psicológica y simbólica en tres de los cuatro casos. Respecto al lugar, la mitad de los hechos ocurrieron en la vivienda de la víctima, y el restante 50 por ciento en la vía pública.
Los dos crímenes de odio registrados fueron varones cis, con una edad promedio de edad 27 años.
Los ataques y crímenes de odio son agresiones motivadas por prejuicio basado en una característica protegida, como orientación sexual, género, identidad de género u otros estatus, consigna el informe de MuMaLá.
Agresiones contra personas trans
En lo que va del año se registraron tres trans-travesticidios y el mismo número de intentos en grado de tentativa. El promedio de edad de las víctimas fatales era de 39 años y el 67 por ciento estaba en ejercicio de la prostitución.
Se aclara que en este apartado se contabilizan los femicidios de mujeres trans/travestis, o el intento de los mismos.
En tanto que de los cinco trans-travesticidios sociales detectados, el 80 por ciento eran mujeres trans y un varón trans, cuyo promedio de edad era de 46 años.
En este punto se recopilan "las violencias sociales que existen sobre el colectivo travesti y trans, consecuencia del abandono estructural del Estado y la sociedad".
Por último, en el apartado "ataques al espacio público" –que suma agresiones a "espacios, instituciones, murales, exposiciones, obras, etc, motivados por el prejuicio basado en la orientación sexual, género, identidad de género, o activismo vinculado a los mismos"– se contabilizaron siete: tres contra los activismos LGBTIQNB+, dos contra los activismos feministas y lésbicos, otro contra la ESI y uno contra un stand de libros de ESI y feminismos.
