El segundo día del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias tuvo doble jornada de talleres que culminaron con la masiva marcha que caracteriza al evento.
Cuando el reloj marcó las 12 del mediodía, talleristas anunciaron la primera pausa que empujó a la marea de personas hacia la feria de artesanos.
Mientras las brasas de las parrillas chillaban, el humo de los choripanes se colaba por las vallas de la Catedral, las mujeres y disidencias comenzaban el ritual de preparación: pinturas, brillos, vinchas de colores y carteles con consignas de lucha convirtieron la plaza Pringles en un verdadero carnaval.
Finalizada la segunda y última parte de los 105 talleres, las organizaciones comenzaron a colmar el Parque de la Cerámica, lugar de inicio de la movilización.
En la barredora principal estaban los integrantes de la Comisión Organizadora. Detrás, la familia de Guadalupe respaldada por las familias de víctimas de femicidas en San Luis, las mujeres indígenas de todos los territorios, personas con discapacidad, organizaciones que protegen los derechos de las infancias, y movimientos sindicales y partidos políticos.
Más de 100 mil mujeres y disidencias recorrieron los 7 de kilómetros de territorio Huarpe, Comechingon y Ranquel que las albergó durante este fin de semana largo.
Mientras tanto, en avenida Centenario y Bolivia se escuchaba al unísono: "Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda, que se joda". Organizaciones gremiales optaron por desviar el recorrido y unirse a la multitud para finalizar en el Parque IV Centenario.
Las paredes y las vallas de metal fueron utilizadas como lienzos para replicar pedidos urgentes: "¿Dónde está Tehuel?", el joven trans desaparecido en 2021. "Nadie se suicida en una comisaría", aludiendo al esclarecimiento de la muerte de Magalí Morales. El cese de los femicidios, travesticidios y transfemicidios; tambien llegó a San Luis el reclamo por la Ley de Humedales.
A la luz de la luna llena, las mujeres y disidencias fundieron sus brazos para crear un cordón que permitió que las manifestantes sintieran la protección de sus pares y puedan disfrutar de una noche única. En tanto, en las ventanas de los hogares se asomaban sonrisas y pequeñas manos que con un cálido saludo acompañaron a la ola feminista.
Este lunes llegó el final del Encuentro Plurinacional. Las mujeres y disidencias se despidieron del evento leyendo las conclusiones de cada taller y por su condición federal, también eligieron conjuntamente que el próximo lugar que las recibirá será Bariloche.
Si algo reafirmó el paso por San Luis fue que el trabajo colectivo y el movimiento constante en busca de ampliación de derechos cumplen su objetivo: nadie vuelve a ser igual después de participar en los encuentros.