La aventura comenzó el sábado a las 19:00, cuando dejaron para siempre la fosa que ocuparon en el Ecoparque de Mendoza: Pocha, la madre, estuvo allí unos 50 años y Guillermina, la hija, 23, toda su vida. Fueron sus cuidadores los que se encargaron que durante los días de viaje ellas permanezcan cuidadas y en contacto constante.
Humberto Mingorance, secretario de Ambiente de Mendoza, viajó hacia el lugar para recibir a las elefantas y corroborar en primera persona que estén contentas. El funcionario llegó a la ciudad de Cuiabá, en el Mato Grosso, en la madrugada de este jueves, y desde allí se trasladó hacia el Santuario de Elefantes(SEB) ubicado en un pueblo a 60 kilómetros, en el medio de la selva.
La osadía del traslado y la planificación de una mejor vida para ellas comenzó hace cuatro años y finalmente hoy al mediodía finalizó, de ahí que tanto Mingorance como los cuidadores de Pocha y Guillermina quisieron estar presentes, fue mucho el tiempo compartido con los animales y desprenderse costó.
Para que el traslado salga exitoso, cuidado y con mucho amor, las elefantas empezaron una cuarentena y un entrenamiento para entrar por propia voluntad a los contenedores, que llegaron en las últimas semanas de marzo de 2021.
Las cajas pesan cerca 5 toneladas, miden 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura y fueron aprobadas por el Senasa. En el interior poseen una cámara para monitorearlas y poder constatar su estado de manera constante.
Desde la salida, los camiones pararon cada tres horas para que el equipo veterinario y de cuidadores las alimentarán. Finalmente el momento de la salida de las elefantas fue seguida en vivo por miles de personas que se conectaron a las trasmisiones del SEB, de Proyecto ELE -Estrategias para la Liberación de Elefantes, la campaña de la Fundación Franz Weber- y también lo compartió el gobernador en su cuenta de Twitter.
Ahora madre e hija quedarán en cuarentena durante unos días para que conozcan su nuevo hogar, y luego serán integradas con los demás, incluida la elefanta Mara que vive allí desde el 14 de mayo de 2020.