"Hoy siento justicia y me siento tranquila. La sensación de declarar, fue la misma de hoy, que tengo por primera vez al hablar con los medios", dijo Lina Ferruchi, quien dialogó en primera persona con Dos Horas Pico (Radio 2), ante el recuerdo de su papá Hernán, una de las víctimas fatales en el atentado terrorista en Nueva York donde murieron cinco rosarinos en 2017.
"Aporté en lo que podía. Nos preparamos durante mucho tiempo con los fiscales en ese momento. Nadie sabía lo que yo pensaba desde otro ángulo. Primero declara mi mamá y a mí me meten en un cuarto dentro de la corte y no tenía ni celular ni reloj. No sabía si habían pasado cinco minutos o una hora", comenzó contando Lina, que ahora tiene 20 años.
"Todo el tiempo pensaba y pensaba porque tenía miedo de no saber qué contestar o no podés hablar. A mí me mostraban algunas fotos y yo tenía que responder preguntas puntuales, como por ejemplo fotos de vacaciones con mi papá", explicó sobre su momento en la declaración en el juicio contra el terrorista Sayfullo Saipov.
En mayo de este año, el autor material del hecho, Sayfullo Saipov, fue condenado a diez cadenas perpetuas más 260 años de cárcel.
"Nunca me pareció correcto de volver a lo mismo que lo que me hicieron a mí. No me suma en nada que la otra persona sufra porque siento que estoy volviendo a lo mismo. Cuando se lo declaró culpable sentí menos peso del juicio. Lo que yo quería era que se declare culpable. Yo sabía que no se iba a arrepentir, pero no sentía la necesidad de desearle la muerte a alguien. En este caso es peor castigo vivir toda la vida encerrado que morir por una inyección y nunca haber pensado lo que hizo".
"Antes mi papá me llevaba a todos lados porque mi mamá no manejaba y antes no me manejaba sola. Ahora es a todos lados sola y es muy distinto. Tuve que estar para mi hermana que en ese momento tenía 11 años y una chica de 15 años como yo en ese momento, no pensaba en el ISIS (estado islámico), en ese momento tenía cumpleaños de 15 o pensar estar con mis compañeros riéndome", recordó Lina.
"Hoy siento justicia y para mí prefería la cadena perpetua, aunque tardó mucho tiempo, cinco años y medio. Ahora estoy tranquila. Antes pensaba estudiar arquitectura como mi papá. Él se quedaba haciéndome los dibujos técnicos para que yo duerma más. Ahora me interesa mucho lo que es el trauma y por qué reaccionamos cuando nos sacan a alguien de golpe como por ejemplo por qué se fue mi amigo y yo no y dije que voy a estudiar algo con la psiquiatría y me decidí por psicología", concluyó Lina.