El cuento de hadas, la historia de amor de película, el beso del príncipe que rescata del hechizo a la princesa. Hoy en día todo es cuestionado, y en buena hora. Esta semana las redes sociales se llenaron de mensajes en contra y a favor de cancelar el beso no consentido del príncipe a Blancanieves. Pero, por qué no ir más allá del llano intercambio.
Para la psicóloga Vanina Navarrete, "no tendría sentido que se censuren estos contenidos que forman parte de nuestra historia porque son cuestiones culturales". Mientras que Virginia Giacosa, comunicadora y periodista, analizó el episodio y confió que "se realizó un recorte de la noticia principal, se extrajo una parte, se tituló y se falseó el contenido".
La verdad de la milanesa
Todo empieza cuando el gran parque Disney World volvió a abrir sus puertas tras 400 días de cierre por la pandemia. Para esta apertura, los paseos tradicionales fueron renovados con alta tecnología de audio, iluminación LED negra, proyecciones láser, un nuevo sistema de animación y uno de ellos con un nuevo final. El último acto de Blancanieves, la princesa del cuento de hadas de los hermanos Grimm, sufrió algunos cambios.
Si antes terminaba con la muerte de la Reina Malvada, ahora lo hace con el beso del príncipe, como ocurre en la película de 1937, que rompe el hechizo de la manzana envenenada y la devuelve a la vida. Según informaron, el cambio se debe a que “era frecuente ver a niños que salían de este paseo gritando y llorando” debido a que “muchas escenas eran muy oscuras”.
Por eso, desde la compañía de entretenimiento propusieron volver al final de la película de 1937, que fue el primer largometraje de animación producido por Walt Disney.
Pero esta escena, la del beso, vista a la luz de esta nueva época, a muchos les pareció machista el hecho de que ese beso se diera sin el consentimiento de Blancanieves, que se encontraba dormida en su lecho bajo el hechizo. Una de las primeras en cuestionar esta decisión, explicó Infobae, fueron las periodistas Julie Tremaine y Katie Dowd con un artículo titulado ‘El nuevo paseo de Blancanieves de Disneyland agrega magia, pero también un nuevo problema’ que salió en el San Francisco Chronicle, un destacado diario de Estados Unidos fundado en 1865. Si bien sostienen que el paseo “es realmente bueno”, aseguran que “hay un problema”.
“El beso que le da sin su consentimiento, mientras ella duerme, no puede ser amor verdadero si solo una persona sabe que está sucediendo. ¿No hemos acordado ya que el consentimiento en las primeras películas de Disney era un problema importante? ¿Es necesario enseñarles a los niños que besar, cuando no se ha establecido si ambas partes están dispuestas a participar, no está bien? Es difícil entender por qué Disney en 2021 elegiría agregar una escena con ideas tan anticuadas de lo que un hombre puede hacer con una mujer, especialmente dado el énfasis actual de la compañía en eliminar escenas problemáticas de otras atracciones”, sostienen.
En tiempos en que todo pasa por los aparatos electrónicos, rápidamente las redes sociales se hicieron eco de este debate y se volvió viral. Pero entonces ¿debatimos la cancelación, el no consentimiento, a las periodistas que publicaron el artículo, el machismo o si nació primero e huevo o la gallina? Tranquilo, tiempo al tiempo y paso a paso.
La posta
Según manifestó la psicóloga Vanina Navarrete (Mat. 5041) a Rosario3 “es muy importante el debate que se está dando para visibilizar y contextualizar una situación”. Y continuó: “Con los movimientos feministas y de las disidencias se puso en debate la cuestión de la cancelación. Si correspondía sacarlos o aprovechar eso para generar el debate. Creo que es interesante que se dé la discusión, no tendría sentido que se censuren estos contenidos que forman parte de nuestra historia porque son cuestiones culturales con las que nos criamos. Lo que sería beneficioso es poder problematizar”.
Para, Virginia Giacosa, comunicadora y periodista, se trata de un llamado de atención al periodismo. “Me parece que se realizó un recorte de la noticia principal, se extrajo una parte, se tituló y se falseó el contenido poniendo el acento en la palabra cancelación que está muy relacionada con los movimientos feministas y de disidentes y me parece que no es inocente usar esa palabra en este contexto”, sentenció.
Blancanieves tuvo cientos de adaptaciones. Una de ellas fue la obra de teatro de 1969 de Les Luthiers, Blancanieves y los siete pecados capitales, donde la protagonista del famoso cuento de los hermanos Grimm acude al psicoanalista. Hay, incluso, una película de teatro protagonizada por Sigourney Weaver y una reversión dentro de El Chapulín Colorado.
Vamos aclarando el panorama, como recita Arjona en una de sus más famosas canciones. Entonces, el artículo original del San Francisco Chronicle no buscaba la cancelación, sino el debate.
Continuando con el análisis, Navarrete afirmó: “Leído en este contexto es necesario revisar estas ideas que se transmiten porque tienen una carga simbólica y las niñeces se crían escuchando estos estereotipos y los toman como referentes, entonces es importante debatir en relación que contenidos culturales consumimos y no tomarlo como algo ingenuo. Es muy importante poder trasmitirles a los más pequeños que uno tiene el poder de decir que no y decidir sobre su cuerpo, la educación sexual integral es fundamental en ese sentido para que desde muy chiquitos se pueda advertir que nadie tiene derecho a hacernos algo que no queremos, y a contar cuando algo les pasa”.
“Pondría una alarma sobre la agenda de los medios, el aprovechamiento de esta noticia con un sentido completamente político y la reacción que despierta anti feminista y anti género. En este caso podemos definir a esta noticia titulada como cancelación una fake news”, aseguró Giacosa.
Ahora bien, está claro que lo que reste de nuestra vida dudaremos si nació primero el huevo o la gallina pero si de algo estamos seguros es que mientras los debates aclaren y no oscurezcan serán bienvenidos.