Referentes de la conducción de la CGT serán recibidos por primera vez por el papa Francisco en El Vaticano el mes próximo, ocasión en la que los sindicalistas le entregarán un documento que expresará su preocupación por las políticas económicas del presidente Javier Milei. 

Según trascendió, el encuentro se concretará el 16 de septiembre y algunos nombres confirmados de la delegación cegetista son los de dos de sus secretarios generales, Héctor Daer y Pablo Moyano, además de Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri y Maia Volcovinsky, entre otros.

La mayoría de ellos ya tuvieron audiencias con el Sumo Pontífice, pero por separado, por lo que esta será la primera vez que Francisco recibirá a una comitiva con varios líderes cegetistas. 

Allí le manifestarán su preocupación por las reformas laborales que impulsa la gestión libertaria y otros aspectos de sus iniciativas en materia económica que mantienen tensa la relación de la CGT con Milei, lo cual se viene expresando con los dos paros generales que le realizaron en sus primeros meses de gestión y su retiro de la mesa del diálogo social en el marco del Pacto de Mayo.

Otro tema que abordarán con el Santo Padre será su posible visita a la Argentina por primera vez desde que inició su papado, sobre lo cual Jorge Bergoglio también había hablado con el presidente Milei cuando lo recibió en Roma en febrero pasado.

El Papa se encontrará con la conducción de la CGT poco después de regresar de una gira asiática que comenzará en Indonesia el 2 de septiembre y finalizará en Singapur el 13 de ese mes.

De esa forma, Francisco se entrevistará con los gremialistas enemistados con Milei, luego de que días atrás recibiera a uno de los gobernadores más críticos del mandatario libertario, el riojano, Ricardo Quintela.

Además, el 12 de junio último, el Sumo Pontífice había recibido al secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey, con quien se fotografió con una bandera del gremio y otra de Aerolíneas Argentinas, en momentos en que el Senado debatía la Ley Bases, en la que estaba prevista la privatización de la línea de bandera.