El edificio ubicado en calle Laprida 972, en pleno centro de Rosario, volvió a ser noticia este sábado porque un vecino del cuarto piso usó una "bomba insecticida" para fumigar cuyo humo se extendió a otros departamentos e intoxicó a los habitantes del lugar. Es el mismo inmueble que el 3 de febrero de 2016 sufrió el incendio intencional de sus cocheras que le causó la muerte a dos personas.
Las víctimas fatales de aquel incendio fueron Elías Aguirre, de 84 años, quien estaba internado en el hospital Italiano desde el trágico 3 de febrero, el día en que ardió la cochera; y Elisa Demaría, una mujer de 98 años que murió por asfixia cuando intentaba alcanzar la azotea.
Según las pericias de Bomberos Zapadores realizadas tras el hecho, el inicio del fuego fue intencional. Los estudios practicados indicaron que el autor del hecho, quien quedó registrado en dos videos, utilizó una sustancia inflamable.
En aquel momento, la fiscal Mariana Prunotto sostuvo que el hecho fue un robo seguido de muerte, en base a las imágenes registradas por las cámaras de videovigilancia analizadas.
En los videos se vio a un hombre ingresando por la fuerza a la cochera que, tras robar una bicicleta y un bolso, decidió encender las llamas que resultaron en un incendio fatal. Sin embargo, no pudo ser identificado.
Los daños estructurales que causó el incendio en el edificio hizo que recién pudiera volver a habitarse más de dos años después de aquella madrugada del 3 de febrero de 2016. Los vecinos no pudieron regresar de inmediato porque la construcción quedó recuperable pero con una inversión millonaria.