El desarrollo de Vaca Muerta permitió que la producción de petróleo y gas natural fuera la más alta de las últimas dos décadas en Argentina, dato que destacaron desde la Secretaría de Energía. Además, se proyecta otro año positivo este 2025 por las inversiones anunciadas por empresas de hidrocarburos.

En lo que respecta a la extracción de petróleo, desde el área de Energía informaron que se superaron en noviembre los 746 mil barriles por día, mientras que en gas en agosto se produjeron más de 153 millones de metros cúbicos por día. Estos niveles, destacaron, no se registraban desde el 2003.

La mejora en la producción, concentrada en las operaciones no convencionales de Vaca Muerta, también vino aparejada por un salto en las exportaciones, una fuerte sustitución de importaciones y el primer saldo positivo de balanza comercial energética desde 2009, con excepción de la pandemia. El sector de la energía aportó en lo que va del año USD 5.223 millones más que en el mismo período del 2023.

Estos números fueron fundamentales para consolidar un superávit que, según la consultora Economía y Energía, alcanzó al cierre de este año los USD 5.000 millones, siendo así también el más alto en casi dos décadas (en 2006 había rondado los USD 6.000 millones).

El crecimiento de la explotación de hidrocarburos juega un rol central en el esquema actual de desarrollo económico del país, y por ello el presidente Javier Milei resaltó durante un reciente discurso en la Bolsa de Comercio de Córdoba la importancia del sector.

"Con todos los proyectos energéticos, nos van a salir los dólares por las orejas. Lo que necesitamos es crear demanda a esos dólares y eso va a generar lo que nosotros llamamos dolarización endógena, que empiecen a dar vueltas más dólares que pesos", afirmó el mandatario.

Siete de las principales petroleras que operan en Argentina formalizaron hace algunas semanas un acuerdo para lanzar el proyecto Vaca Muerta Sur (Vmos), liderado por YPF junto con Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol y Shell.

Este plan, ingresado al Rigi, involucra una inversión inicial de USD 3.000 millones para construir infraestructura que permitirá duplicar las exportaciones de petróleo no convencional. De ser así, para 2030 el superávit energético podría llegar a USD 30.000 millones.

La obra prevé la construcción de un oleoducto con una extensión de 437 km, una terminal de carga y descarga con monoboyas interconectadas y una playa de tanques y almacenaje en la zona de Punta Colorada, Río Negro. Se prevé que esta infraestructura estará operativa en el cuarto trimestre de 2026, y tendrá una capacidad de transporte de hasta 550 mil barriles por día en los próximos dos años y medio, con la posibilidad de ampliarse a 700 mil barriles por día en 2028, si la demanda lo requiere.